El Ayuntamiento de Vallada ha tenido que recurrir de nuevo al Fondo de Ordenación activado por el Ministerio de Hacienda para poder hacer frente al pago de dos sentencias firmes que condenan a las arcas municipales a desembolsar alrededor de dos millones de euros por las expropiaciones de Valpark. El grueso del importe corresponde a la reclamación de Sierras Enguera, SL ,empresa a la que los tribunales han reconocido el derecho de percibir 2,5 millones de euros por la ocupación de 80.000 m2 de terrenos,cantidad que multiplica por 4 la tasación inicial del consistorio. La cifra „a la que cabe descontar 600.000 euros ya satisfechos„ equivale al presupuesto municipal de un año y se suma a los 160.000 euros adeudados a otro propietario.
Vallada, en situación de riesgo financiero por el abultado pasivo acumulado, ha firmado un nuevo préstamo con Madrid por el importe de ambas sentencias, que se suma a los 19,7 millones de euros incluidos en la primera fase del Fondo de Ordenación al que el ayuntamiento ya se adhirió en 2015 para refinanciar toda su deuda bancaria. Aunque en primera instancia la operación representa un balón de oxígeno que permite aplazar la devolución del pasivo en condiciones favorables, al mismo tiempo supone, en palabras de la alcaldesa, Mª José Tortosa, «un apretón de tuerca más» a la «insoportable» situación del ayuntamiento, que ha de cumplir un severo Plan de Ajuste. Cuando se acabe el plazo de carencia concedido por el Gobierno, los vencimientos dispararán el gasto financiero del ayuntamiento, que actualmente ve evaporarse la mitad de los ingresos procedentes de la participación en los tributos del Estado con el pago mensual de intereses. Desde de enero de 2017, Vallada tendrá que asumir 259.000 euros solo en intereses cada año. Pero la situación se antoja especialmente dramática a partir de 2018, cuando las amortizaciones de deuda obliguen a desembolsar tres millones de euros, una cantidad que supera con creces el presupuesto anual.
«Valpark nos está ahogando. Alguna administración tiene que echarnos una mano porque el pueblo no puede pagar. Necesitamos soluciones ya». Es el grito de auxilio lanzado por la alcaldesa de uno de los municipios más endeudados de España. Tortosa, que mantiene una apretada agenda de reuniones en busca de ayuda, aguarda un encuentro con el Ministerio de Industria. La cita, sin embargo, se está demorando más de la cuenta a la espera de que se conforme un nuevo Gobierno.
