Independientemente del resultado final de la prueba, la I Setmana de la Memòria Democràtica impulsada por el Ayuntamiento de Ontinyent ya ha aprobado con creces los apartados de necesidad, oportunidad, justicia y otros muchos más considerandos, unidos todos ellos, a esa asignatura que «ens fou amagada», como ciertamente cantaba l'Ovidi.
La programación, que finalizará con la presentación del documental Les mamàs belgues, se inició el viernes con la apertura de un espacio que, en la década de los años 60 del pasado siglo, alimentó toda suerte de fantasías de la chiquillería local, que a falta de televisión y móviles tomaba las calles como sitio de sus recreos. Se trata del refugio antiaéreo del Regall, el lugar donde las gentes de la ciudad, en aquel nefasto tiempo, acudían prestas, en oír sonar las sirenas, con el fin de salvar la vida. Ahora, además, con muy buen tino, el gobierno municipal pretende que el susodicho lugar sume como reclamo en la famélica oferta turística de Ontinyent. El refugio data de 1938, pero tras las obras de restauración presenta un aspecto inmejorable. Cabe destacar que, tras casi 40 años democráticos, el gobierno que preside Jorge Rodríguez es el primero que, con divulgativa decisión, apuesta públicamente «no dejar caer en el olvido a los que perdieron la vida, sufrieron prisión o fueron discriminados por defender la solidaridad, la democracia y la libre expresión». Fuera del programa municipal, pero de gran valor pedagógico, cabe situar la presencia de un hombre que fue protagonista en la Guerra Civil y, por tanto, impagable historia y testimonio vivo de tan aciaga época. Se trata del miliciano y brigadista Josep Almudéver, que estará en Ontinyent este miércoles 13. A sus 97 años, este miliciano que también se integró en las Brigadas Internacionales, vuelve a tierras valencianas y, tras una apretada agenda intervendrá, primero ante el alumnado del IES Pou Clar, para impartir una magistral lección de historia. Después, a las 19 horas, ofrecerá su testimonio en un acto público en la Asociación de Vecinos El Llombo.
Precisamente en esta asociación vecinal ontinyentina se halla un más que solvente germen editor y de investigación. En noviembre de 2013, en su local social se presentó el libro República i Guerra. Els papers inédits de la revolució, del historiador e investigador local Josep Gandía Calabuig, editado por dicha asociación. En él, Gandía, desde el rigor histórico, hacía acopio de una historia ignorada durante más de 70 años. Otro nombre a destacar, y sin duda uno de los más activos en el seno de la Associació de Veïns del Llombo, tanto en su faceta editora como en la de investigación, es Guillem Llin, autor del libro que se publicó en 2009 titulado Mort i repressió a Ontinyent (1936-1944). En esta edición, a cargo también de la asociación vecinal, Llin aportaba su contribución a la recuperación de la memoria histórica, al evocar los sucesos luctuosos que afectaren la capital de la Vall d'Albaida en aquel tiempo. Desde todas las muertes violentas conocidas, tanto de uno como de otro bando. Además de las memorias de aquel periodo, y un listado de todos los nombres de los muertos, se incluía un laborioso apéndice con los ontinyentins muertos en el campo nazi de Mauthausen. Todas estas obras contribuyen felizmente a que Ontinyent recobre su memoria.
