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Vallada pide una ayuda a Turismo para abrir el hotel que costó 1 millón y lleva 2 años cerrado

Pese a la inversión desplegada en su seno, el albergue rural aún no está equipado de mobiliario La licitación del servicio quedó desierta en 2014

Vallada pide una ayuda a Turismo para abrir el hotel que costó 1 millón y lleva 2 años cerrado

Edificado en el incomparable marco del paraje de Les Ermites, el hotel municipal de Vallada está a punto de cumplir dos años cerrado a cal y canto. El albergue rural, que costó 1 millón de euros de fondos públicos, se acabó de construir gracias a los manguerazos extraordinarios de la diputación, después de una serie de parones e imprevistos que ralentizaron las obras. El ayuntamiento puso en alquiler la explotación, pero el proceso quedó desierto en 2014.

Ningún arrendatario pudo asumir el desembolso de 107.000 euros que exigía el pliego de la licitación para terminar de equipar la cocina y parte del mobiliario. Con el propósito de salvar este escollo y poner en marcha el inmueble lo antes posible, la alcaldesa de Vallada, Mª José Tortosa, ha llamado a la puerta de la Conselleria de Turismo rogando por una subvención que permita amueblar las instalaciones. La deuda de más de 20 millones de euros que arrastra como una losa el ayuntamiento cierra la puerta a nuevas inyecciones municipales. Tortosa hace hincapié en que mantener el hotel cerrado constituye un «handicap» en la tortuosa batalla que libra su corporación para alejar el fantasma de la quiebra y relanzar la atractiva oferta turística de Vallada como fuente de ingresos y de empleo. El hotel fue proyectado en 2007, durante la etapa del exalcalde Fernando Giner (PP), en el marco de un plan encaminado a dinamizar el enclave de Les Ermites. El planteamiento inicial consistía en una inversión de 3 millones de euros para edificar un inmueble de 25 habitaciones. La irrupción de la crisis volatilizó este anuncio y la iniciativa quedó reducida a un presupuesto de 600.000 euros. Aunque el tijeretazo únicamente permitió habilitar 7 dormitorios, las obras se saldaron con sobrecostes. Desde 2014, el complejo no tiene uso, acumula polvo y su rentabilidad está en entredicho.

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