La Liga de Segunda División B se acerca hacia su final sin que haya desaparecido el riesgo de descenso para nuestro CD Olímpic, más bien las dificultades de permanencia se engrandecen y cuesta creer que el Olímpic sea capaz de ganar dos partidos seguidos, asignatura pendiente, no solucionable a base de escasos empates conseguidos de vez en cuando.
Por otra parte, el pesimismo del aficionado en cuanto al próximo futuro del club es comprensible. Cuesta creer que un burro vuela por muchas asambleas explicativas que se anuncien próximas a realizar para dejar constancia de que el club tiene liquidez suficiente para atender sus pagos tanto de jugadores como de viajes, árbitros etc., y que Manolo Garcia está dispuesto, como hasta ahora, según dice, a inyectar el dinero necesario con el que atender los compromisos del club.
Y es que no se entiende que en el momento clave de elecciones a la presidencia del CD Olímpic aparezcan unos señores que a cambio de nada admitan aportar su dinero, que según dicen es el que mantiene el equilibrio del club, que se desplacen varios días de la semana recorriendo desde Puçol un trayecto que ocasiona unos gastos asumidos por ellos que se unen a los emolumentos que perciben por su trabajo de captación en beneficio del club.
Por tanto, es lógico que el pesimismo con respecto al futuro del Olímpic invada la calle. Sería otro cantar si el Olímpic estuviera peleando por los primeros puestos con un equipo que aparte de correr nos diera un mínimo de espectáculo, acompañado de victorias con goles que son, sin duda, el alimento necesario que todo equipo de fútbol necesita.
Calendario. Mañana toca el Alcoyano, otra perita en dulce difícil de digerir, seguido del Villarreal fuera, Lleida nuevamente en La Murta, Reus en tierras tarraconenses y finalmente el FC Barcelona B para cerrar la temporada en La Murta. Así las cosas, todo dependerá de lo que haga el Olímpic en este tramo final, un conjunto mal construido de origen, cargado de años y muy pocas luces con un lote de delanteros que no sirven para marcar goles, que es para lo que se les ha traído. No obstante seguiremos aplaudiendo esfuerzos dejando la realidad al margen aunque la procesión vaya por dentro.
