La concejalía de Parques y Jardines de Xàtiva tratará con endoterapia 63 ejemplares de olmo que se encuentran afectados por la galeruca, un escarabajo pequeño que devora sus hojas y debilita el árbol hasta la muerte. Según la concejala del área, Pilar Gimeno, «los técnicos ya han intentado acabar con esta plaga mediante diversas técnicas, pero la galeruca es muy resistente y reaparece. La endoterapia es la técnica más avanzada que existe y hemos considerado que puede ser la solución para salvar los ejemplares», según insiste la regidora.

La técnica de la endoterapia consiste en introducir dentro del tronco del árbol una aguja de 3 milímetros de diámetro e inyectar a través de esta el pesticida al sistema bascular del olmo. De este modo el producto discurre por todo el árbol y cuando las larvas de galeruca se comen las hojas, mueren. Como indica José Vera, biólogo municipal, «la época indicada para comenzar el tratamiento es ahora porque es cuando el árbol comienza a moverse después del invierno y está más activo», ha señalado.

Por otro lado, según ha explicado Pilar Gimeno, «además de ser un tratamiento más eficiente, es más saludable para el entorno porque no pasan las partículas de los pesticidas al ambiente y no puede afectar ni a la población ni a la fauna beneficiosa». El tratamiento comenzará la próxima semana sobre los ejemplares seleccionados por los técnicos que están afectados y se pueden salvar. Se trabajará en las zonas de La Glorieta, el jardín del Attilio Bruschetti, la avenida Selgas-Jardí de la Pau; los colegios Taquígrafo Martí, Jacinto Castañeda y Teresa Coloma, el entorno de la fuente De los 25 Chorros, la plaza de l'Almàssera, en torno al edificio del retorno, la avenida del País Valencià y la pedanía de Annauir.

Un sustrato «made in Xàtiva»

Por otro lado, la edil ha anunciado que el próximo año en los jardines de Xàtiva se utilizará sustrato hecho por los mismos jardineros a partir de restos de poda. La concejalía ha habilitado una campa donde se dejarán fermentar durante un año 1.250 metros cúbicos de compost. «Lo que es de la tierra vuelve a la tierra, esa es la idea principal», señala. «El traslado de las 30 toneladas de restos de poda en las plantas cuesta 9.000 euros mientras que triturar y esparcir el producto nos ha costado 1.500», añade Gimeno.