Señalar a los que ensuciaron la memoria de la familia Borja y poner el foco en aquellos que se han dedicado a recuperar la historia y «blanquear» la leyenda negra vertida sobre la ilustre familia valenciana. Con este propósito se reunieron el escritor Antoni Martínez; el profesor de la Universitat de València Vicent Josep Escartí; la profesora Mariàngela Vilallonga, de la Universitat de Girona y el profesor de la Autònoma de Barcelona Marià Carbonell en la mesa de debate La llegenda negra dels Borja, en el congreso Els Borja en l'Art que se celebra hasta mañana en el Espai Cultural de Sant Domènec de Xàtiva.
«Se ha cometido un crimen, se ha liquidado la memoria auténtica de la familia Borja, se ha arrojado cal viva sobre el pasado de los valencianos más universales. Pero el crimen no puede quedar impune». Con esta premisa de restablecer la memoria de los Borja presentaba el periodista de Levante-EMV y coordinador de la mesa redonda, Paco Cerdà, que planteó el debate como una «mesa forense» para investigar a los autores materiales de le leyenda negra.
Vilallonga señaló a Johannes Burckard, contemporáneo del papa Alejandro VI, quien escribía el día a día del Vaticano y que aprovechó para introducir anotaciones subjetivas sobre la familia valenciana. La profesora de la Universitat de Girona apuntó a Burckard como el primer culpable en ensuciar la memoria de los Borja, a quien se le sumó, según añadió Vicent Josep Escartí, otro contemporáneo de Rodrigo Borja, el párroco de Alfonso el Magnánimo Melcior Miralles, «el primero que hace una crítica a Alejandro VI desde la Península Ibérica», apuntó el profesor de la UV.
Antoni Martínez sumó los nombres de los religiosos Savonarola o Lutero y expuso la amplificación de la leyenda negra en ámbitos como la literatura. En este sentido, el escritor setabense señaló como autores materiales del crimen de demonizar a la familia Borja al escritor Victor Hugo o, incluso, a Dario Fo, como otro propagador de la leyenda negra.
Marià Carbonell distinguió entre «responsables y culpables» de la historia que pesa sobre los Borja y afirmó que «los primeros culpables son los propios Borja», una afirmación apuntada también por Escartí. Ambos coincidieron en señalar que la familia valenciana «no era modélica» y que «se lo han ganado», dijo Escartí, quien añadió que «se crearon enemigos». Carbonell culpó a los Borja de «confundir poder político con eclesiástico» y que ello les perjudicó y tuvo consecuencias «catastróficas» para la Iglesia. El profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona señaló, entre otros autores de la leyenda negra, a literatos, historiadores actuales «poco críticos con la historiografía anterior» y a panegiristas, «que impiden hacer una valoración ponderada, justa de los personajes». En este sentido, Martínez añadió que «todo lo que se ha dicho de los Borja en la literatura y el cine es historia, es verídico».
Sobre aquellos que se han dedicado a «limpiar» la historia de los Borja, los cuatro ponentes coincidieron en señalar al Pare Miquel Batllori. También destacaron nombres como el editor y promotor cultural Eliseu Climent o el historiador Josep Sanchis Civera. La mesa redonda concluyó con una reflexión de los ponentes sobre la «herencia» de los Borja, destacando el arte, instituciones académicas como la Universitat de València, la gastronomía o el turismo. Una herencia «positiva» que apostaron por rentabilizar.
