Por primera vez en los últimos diez años, los alumnos del IES Moixent no participarán en el Festival Intercomunitario de Música de la ESO (Fimeso), cuya edición de 2016 se celebra hoy en la localidad de Salinas. La dirección del centro no ha autorizado al departamento de Música a celebrar la actividad extraescolar —a la que acuden cerca de una veintena de institutos— al considerar que el profesor encargado del evento no ha justificado adecuadamente los gastos, financiados con una aportación de 10 euros efectuada por cada uno de los alumnos de la ESO involucrados en la iniciativa, 70 según el área de Música. La decisión ha despertado las quejas de diversos padres y estudiantes, un grupo de los cuales preparaba hoy una protesta al inicio de las clases.
Fuentes del nuevo equipo directivo del centro subrayan a este diario que todas las actividades extraescolares «se han de ajustar a la normativa vigente y al reglamento de cada centro» y aseguran que, tras examinar la justificación económica de la cantidad requerida por el profesor de Música a las familias, se determinó que el precio solicitado a los alumnos no se ajustaba al servicio que se les ofrecía. Las mismas fuentes recalcan que, en virtud de los nuevos criterios de transparencia y rigor fijados en septiembre, el centro pidió a todas las áreas una memoria económica para justificar minuciosamente todos los gastos extraescolares. Tras señalar como insuficiente la documentación presentada inicialmente, la dirección requirió al profesor de música una factura que acreditara el gasto de 700 euros en la actividad, pero el escrito aportado por el docente tampoco ha sido autorizado.
El profesor niega irregularidades
Desde el IES apuntan que la organización del Fimeso no existe como entidad cultural y, por lo tanto, no puede cobrar. El docente que colabora en el evento, director de la banda de Moixent, hace hincapié en que el festival lo monta un grupo de profesores «de forma altruista» que no está constituido en asociación y, por lo tanto, no puede facturar al instituto, de ahí los problemas para justificar el gasto. Juan Carlos García niega cualquier tipo de irregularidad con el dinero y considera el precio solicitado a los alumnos «económico y ajustado», teniendo en cuenta que el importe —que ahora el centro deberá devolver a los padres— incluía la participación en las diversas actividades organizadas hoy en Salinas, incluido un concierto con los cerca de mil estudiantes que acuden el evento, así como diversos talleres y concursos, camisetas, la merienda y la comida o el desplazamiento.
El profesor asegura haber invertido 30 horas en organizar el evento de este año «de manera totalmente desinteresada» y sostiene que ha cumplido con los trámites requeridos por el centro, frente a lo sostenido por el IES. Los estudiantes conocieron la suspensión una semana antes del festival.
