El pleno de Ontinyent aprobó anoche el convenio con la Conselleria de Sanitat para la construcción del hospital, con los votos a favor del PSPV, Compromís y Esquerra Unida y la abstención de Ciudadanos y PP. Éste último también se abstuvo en la aprobación de un préstamo para la compra de los terrenos designados —junto al depósito aduanero (DAVA)—, así como la modificación de créditos que permita esta transacción. El convenio establece que la conselleria se compromete a iniciar la obra antes del 31 de diciembre de 2018 y el ayuntamiento a ceder la parcela. Una parcela que aún tiene que adquirir y cuyo trámite para la compra podrá iniciarse ya, después de aprobarse también ayer la solicitud de un préstamo y la modificación del presupuesto.
La concejala socialista Rebeca Torró señaló que la elección de los terrenos para el hospital y el convenio con la conselleria abren un camino «de esperanza» para la reivindicada infraestructura, aunque expresó «cautela» ante un proyecto que ha sufrido incontables retrasos. «El convenio refleja el entendimiento entre dos administraciones para la construcción del hospital», pero «queremos garantizar unos plazos realistas y con unos bajos costes», dijo Torró.
La oposición se mostró crítica, lamentando especialmente la falta de convocatoria del Pacte per la Sanitat, una plataforma que agrupa a partidos políticos, empresarios, sindicatos y asociaciones sanitarias, sociales y vecinales y que se convocó en anteriores legislaturas para reivindicar el hospital. En este sentido, los más críticos fueron Compromís y EU. Sílvia Urenya, de la coalición valencianista se preguntó «dónde está la voluntad de consenso» sin haber convocado el Pacte per la Sanitat». También censuró la exhibición en prensa por parte del gobierno del PSPV local y afirmó que los ontinyentins «estamos escarmentados con la historia del hospital», una historia de «desengaños». Pidió «cautela y prudencia» y que se informe sobre la cartera de servicios.
Paula Garcia, de EU, afirmó que «no vamos a entorpecer las tareas necesarias para la construcción de una infraestructura necesaria y reivindicada», pero reclamó «más información» sobre el compromiso de la Generalitat, así como la convocatoria del Pacte per la Sanitat y una consulta ciudadana para refrendar la decisión. También pidió «cautela» y que no se utilice el nuevo hospital como «arma política».
En este sentido coincidió con Sergio Ramiro, portavoz de Ciudadanos, quien también criticó la «falta de compromiso de la Generalitat», en un convenio «que compromete a muy poco» a la administración autonómica, de la que puso en duda que cumpla el compromiso. Torró le respondió que el hecho de que se haya fijado una fecha para el inicio de la obra —diciembre de 2018— «es importantísimo».
El PP critica la «improvisación»
El PP fue muy crítico con la «improvisación» del gobierno del PSPV de Jorge Rodríguez por los cambios de ubicación del hospital y el portavoz, José Luis Climent, usó como argumentos algunos de los que el alcalde empleó cuando estaba en la oposición, durante el gobierno de Lina Insa (PP). Expuso la cronología de los cambios de emplazamiento —el Llombo, la Fira y el DAVA— y señaló que «cuando estén todos los informes diremos si la ubicación es la correcta». Recriminó que solo exista un informe —y «confuso»— sobre los terrenos, el de la elección de conselleria de los del DAVA. Climent criticó que el PSPV ataque al PP por su actuación en las pasadas legislaturas —«ya no cola» dijo— e instó al ejecutivo de Rodríguez «a actuar ya. El balón está en su tejado», a lo que Torró respondió que «no, está en el de la conselleria, ante la que seguiremos reivindicando el hospital». El alcalde, Jorge Rodríguez, concluyó que es hora de «mirar hacia adelante, desde una perspectiva de ciudad».
