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«Suprimir los toros sería un golpe muy grande para los hoteles y los restaurantes de Xàtiva en la Fira»

La hostelería arremete contra la iniciativa de Esquerra Unida y Compromís de suprimir los festejos taurinos y avisa de que la medida ocasionará un gran quebranto económico para muchos de ellos

«Suprimir los toros sería un golpe muy grande para los hoteles y los restaurantes de Xàtiva en la Fira»

Día de toros en la Fira de Xàtiva. En el hotel Murta no cabe un alfiler: mesas reservadas desde hace días, habitaciones completas desde hace semanas... En este establecimiento se hospedan dos de los tres matadores que torean en la plaza de Xàtiva con sus correspondientes cuadrillas. Ocupan nueve habitaciones dobles. Además de los que han elegido este establecimiento para comer lo más cerca posible de la plaza, el local alberga decenas de curiosos que entran al bar o esperan en el vestíbulo a que salgan a la calle las figuras. El ambiente es excepcional. Esta descripción es real. Corresponde a la Fira d'Agost de hace tres años. Y si la consulta taurina lo decide, no volverá a repetirse porque después de varios siglos de tradición, Xàtiva no tendrá corridas de toros en su feria.

De todos los sectores, la hostelería será el más perjudicado en caso de que se anulen los toros. Dos hoteles de Xàtiva, el Murta y el Vernisa, son los que generalmente alojan a las figuras del toreo que acuden a la feria con sus cuadrillas o también a algunos aficionados que vienen de lejos en el caso de ser seguidores de alguno de ellos. Pero son los restaurantes los que quizá noten más el hierro. «Nosotros, el día que hay corrida de toros de las fuertes, nos quedamos sin mesas. Además, son mesas que consumen muchísimo porque como los toros son tarde, por el calor, alargan la sobremesa un par de horas y siguen consumiendo», explica José Reig, propietario del restaurante Casa la Abuela. Reig añade que, además, después de la corrida, como acaba tarde, «muchos vienen a cenar también. Y es gente de dinero, porque son de fuera y vienen de lejos adrede a ver un torero determinado. Se gastan mucho en las entradas, así que con la comida no hacen una excepción». El conocido hostelero dice que en lo personal no entra „«no me meto ni con los que les gustan los toros ni con los que no», señala„ pero «en lo económico es una barbaridad lo que nos perjudicará», advierte.

Paco Carrasco, encargado del restaurante del hotel Murta, se niega a terciar en el sí o no a los toros. «Personalmente no me posiciono, pero como negocio está clarísimo que sin toros bajará el consumo». Y evoca el día de la reaparición del Soro en Xàtiva, cuando el local se llenó de aficionados para verle salir hacia la plaza. La barra del bar no daba abasto ese día. «Si se llena el hotel y se llena el restaurante gracias a los toros, lógicamente será una mala noticia que quiten los toros», resume.

En términos muchísimo más duros se expresa el propietario de un establecimiento en el que es tradición comer y tomar copas antes de ir a los toros, así como cenar después. Accede a manifestarse si se conserva su anonimato. Y se emplea fondo: «ese señor que dice ser concejal de Promoción Económica [Miquel Lorente, de Esquerra Unida, uno de los partidos antitaurinos] que me explique a mí qué tipo de promoción es suprimir los toros y que esos días no hagamos caja. Que venga, que venga por aquí esta feria y que me explique cómo compensar las pérdidas», dice con cara de pocos amigos. No piensan lo mismo, en cambio, en el restaurante Pebre Negre de Xàtiva. «Si fuera una corrida de toros fuera de la Fira, seguro que se notaría muchísimo... Pero al ser dentro de la feria, en la feria llenamos a diario y no creo que se note tanto», explica uno de los empelados del establecimiento.

«Será un golpe muy duro»

Hotel taurino donde los haya es el Vernisa, al frente del cual está Lorenzo García. Su enfado con la posibilidad de que supriman las corridas de toros en Xàtiva es inocultable. Pero además de sus rezones personales, está la economía. «Es muy, muy lamentable. El día que hay corrida de toros es el de mejor ocupación del año, es del 100%. Y eso se va a perder». García explica que, según la categoría de los toreros, cada matador que se aloja en el Vernisa contrata de tres a siete habitaciones. Ponce suele reservar nueve o diez. Si sale un no a los toros esto va ser un golpe durísimo a nuestra economía». «¿Es que estos gobernantes no ven que los días que hay toros llegan a Xàtiva miles de personas que consumen en la feria, que van a los bares, que toman copas...?», se pregunta el gerente del Vernisa.

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