Cáritas de Ontinyent retirará en los próximos días los 9 contenedores de ropa que tiene repartidos por las calles de la capital de la Vall d'Albaida. El ayuntamiento ha adjudicado este servicio a una empresa, que abonará un canon de 17.605 euros al año, y esta concesión obliga a retirar los depósitos que tienen entidades como Cáritas, instalados con un fin social, ya que la ropa recogida se distribuye entre las personas con menos recursos y, además, es adecentada por personas en riesgo de exclusión social. Cáritas ha lamentado perder este servicio y colocará los contenedores en el interior de espacios ligados a la entidad, donde perderán visibilidad.
El secretario de Cáritas Ontinyent, Salvador Sanchis, señaló que los contenedores de Cáritas van a retirarse «esta semana» y se recolocarán dentro de espacios de la entidad parroquial, como el patio de la parroquia de Sant José, colegios concertados como La Concepción y otros lugares propiedad de Cáritas aún por decidir, expuso. Desde la entidad parroquial pusieron de manifiesto que la empresa a la que se ha adjudicado el servicio pagará un canon por el uso especial de dominio público para los contenedores, «un canon que no puede abonar Cáritas porque somos una entidad altruista, de voluntarios, trabajamos sin ánimo de lucro», subrayó Sanchis.
Los nueve contenedores que Cáritas tiene repartidos por Ontinyent recopilaron el año pasado 26.344 kilogramos de ropa, que con la retirada de estos depósitos podrían dejar de recogerse, al menos en cantidades similares. Salvador Sanchis explicó que la ropa recogida en los contenedores de Cáritas se lleva a Koopera Mediterránea, entidad ligada a Cáritas Valencia, y que ha abierto este mismo año una planta de 6.000 metros cuadrados en Riba-roja del Túria. En la planta trabajan 32 personas en riesgo de exclusión social y Sanchis puso de manifiesto que «con los contenedores de ropa no perseguimos ganar dinero, sino ampliar el número de personas en riesgo de exclusión que encuentran trabajo». La ropa tratada y adecentada en esta planta se comercializa después en tiendas de comercio justo de la entidad parroquial y «el dinero revierte en beneficio de las personas necesitadas», subrayaron desde Cáritas, que lamentan que con la retirada de los contenedores de las calles de Ontinyent podría perjudicarse esta labor.
Reestructuración del ropero
En la comparecencia en la que la entidad expuso los datos de la memoria anual, con las personas que resultaron beneficiarias en la capital de la Vall de los servicios de la asociación interparroquial „565 en 2015„, el secretario de Cáritas Ontinyent anunció que la entidad contempla abrir una tienda en la que se venderían las prendas que se recogen en los contenedores y llega a Koopera, aunque señaló que es una propuesta que aún está en estudio. Al respecto, señaló que el ropero que Cáritas dispone en Ontinyent, en la calle Gomis „junto a la parroquia Sant Carles„está pendiente de una reestructuración. Una actuación que permitirá adecuar el local para mejorar la atención a la gente que acude a este servicio en busca de ayuda. El ropero podría ser el espacio elegido para ofrecer la ropa que llega de la planta de Riba-roja, aunque desde Cáritas no confirmaron esta opción.
