egocios en el primer equipo, ni son posibles, ni nunca lo han sido. Crear un segundo equipo femenino como se ha dicho puede serlo, aunque a baja escala. Lanzar nuevos grupos de niños futbolistas en la categoría base también puede ser rentable.
Pretender renovar la secretaría técnica, después del lucimiento que ha tenido descendiendo el equipo con los jugadores por él elegidos, es una chapuza. Mantenerse al frente como presidente del CD Olímpic después del descenso, asegurándose sustanciosos beneficios y difíciles de conseguir en cualquier otro empleo, por los gastos que genera como desplazamientos a Xàtiva desde sus lugares de origen, etc., no parece demasiado rentable.
Como puede verse, intentar darle vida a un Olímpic tocado en su línea de flotación es, por mucha parafernalia que se quiera montar en los partidos, ya en este caso de Tercera División, se transforman en un cúmulo de adversidades, sobre todo económicas que de no andarse con cuidado pueden alcanzar lo peor para nuestro club, que viene de degustar los emparejamientos con los mejores equipos del país, procedentes hasta de Primera División, venidos a menos.
Por tanto, proyectos a largo plazo que aseguran principalmente el salario de los que mandan en el tinglado, no gustarían al socio.
