Infrautilizado, poco rentable y diana de las quejas de los usuarios por las deficiencias del servicio. El Ayuntamiento de Xàtiva prepara cambios en la gestión del aparcamiento subterráneo de la Glorieta José Espejo, de titularidad pública, tras concluir que las instalaciones no están cumpliendo la misión para la que fueron diseñadas, hace más de 15 años. Con el propósito de reconfigurar y dinamizar la explotación del parking, el concejal de Movilidad y Promoción Económica, Miquel Lorente, planteó en la junta de gobierno local de ayer una primera medida que se observa como «inaplazable»: la implantación de un régimen de aparcamiento gratuito para aquellos vehículos cuya estancia no supere los 60 minutos.

La propuesta aprobada por el ejecutivo persigue facilitar las paradas de corta estancia en el corazón comercial de la ciudad y frenar el efecto disuasorio y de frustración que genera entre los clientes de los establecimientos de Xàtiva (autóctonos y foráneos) la ausencia de plazas libres en la vía pública. En el documento, Lorente advierte de que, sin ámbitos de aparcamiento regulados —como la zona azul o los parkings de la Glorieta y la Bassa—, «el acceso al producto que constituye la esencia del tejido económico de Xàtiva decae y se convierten en hostil», puesto que «la saturación del tráfico rodado y la ocupación anticipada de las plazas de aparcamiento convencionales (no reguladas) desde primera hora de la mañana y durante toda la jornada dificulta la oferta que Xàtiva necesita realizar al público externo».

Con la introducción de los 60 minutos de gratuidad en la Glorieta, el ayuntamiento quiere atraer a las instalaciones al máximo número de vehículos posible en la modalidad de rotación. Al mismo tiempo, la medida pretende fidelizar a los usuarios y otorgar mayor dinamismo al parking, para convertirlo en «un referente». El acuerdo augura un incremento de los ingresos por la entrada de turismos, sin que el gasto de mantenimiento se dispare. A partir del minuto 61, el conductor del coche estacionado «pagaría desde el primer minuto», es decir, perdería el derecho a la gratuidad y tendría que abonar toda su estancia.

Las inspecciones efectuadas por el Departamento de Promoción Económica durante los meses de abril y mayo han revelado una ocupación media en las instalaciones de la Glorieta que ronda el 38%. De las 114 plazas ofertadas en rotación, durante este periodo normalmente han quedado vacías unas 70 a diario. Aunque esta cifra es meramente «estimativa», el texto que ayer pasó por junta de gobierno considera «evidente» que, al margen de momentos punta —como los martes o viernes por la mañana (días de mercado), los sábados por la tarde, las campañas navideñas y la semana de la Fira d'Agost— el aparcamiento es susceptible de una provisión mucho mayor de vehículos».

La infraestructura tiene capacidad para albergar 177 turismos y 13 motocicletas. De las plazas destinadas a coches, 63 se encuentran reservadas mediante un contrato de alquiler entre el usuario y la empresa concesionaria, que atribuye al primero en exclusiva el uso del espacio a lo largo del día. Estos puestos quedan al margen de los cambios que se están preparando en la gestión.

Con todo, al consistorio le queda un escollo por salvar. La resolución del ejecutivo otorga a la firma que gestiona el parking un plazo de 15 días para plantear los términos económicos y funcionales de la requerida modificación del proyecto de explotación, que ha de dar encaje a la medida de los 60 minutos. Además, la concesionaria ha de presentar al ayuntamiento un balance de la gestión del servicio, así como la cuenta de pérdidas y ganancias. Con los datos en la mano, la administración podrá calibrar el impacto económico de la propuesta en el equilibrio de la concesión.

Un cambio «de interés público»

El consistorio esgrime razones de interés público para modificar el contrato vigente con la mercantil. La administración ha de arbitrar las medidas oportunas para garantizar que el servicio no resulte ruinoso para la empresa, compensando los posibles sobrecostes que pueda generar el nuevo régimen de semigratuidad. El acuerdo —al que ha tenido acceso este diario— deja la puerta abierta a posibles ajustes en el servicio en un futuro, como la modificación de las tarifas establecidas, la reducción o ampliación del plazo concesional o cualquier otra modificación de las cláusulas económicas que figuran en el contrato.

En el documento elevado a la junta de gobierno, el regidor Miquel Lorente observa que, de la experiencia adquirida mediante la visita y estudio de otros aparcamientos públicos «se ha podido constatar que la habilitación de un espacio temporal de 60 minutos durante el cual el usuario disfruta del aparcamiento gratuito no sólo consigue elevar a la máxima expresión el uso de la dotación en régimen de rotación, sino que, por si fuera poco, consigue un incremento sensible de los ingresos» por esta vía, sostiene el edil.