Antonio Montejano cierra trilogía. El profesor de Alberic afincado en Xàtiva presenta hoy (Tinta Lliure, Baixada de l'Estació, a las 20 h) su novela (De) Confesiones. El libro da continuidad a dos entregas anteriores, (De) Difícil salida, de 2008, y (De) Grises y negros, de 2011. Y transita de nuevo por el género negro. «Como todas las anteriores —explica— los personajes y la trama son pura ficción» globalmente, aunque algo de real hay también. Pero evidentemente distorsionado por la ficción. Las dos novelas anteriores estaban ambientas en Valencia y en Enguera, y esta tercera en Alberic. Tres espacios «que conozco bien; los tres significan mucho en alguna época de mi vida», dice el autor.
El misterio en esta nueva aportación de Montejano está presente desde el principio hasta el final de sus páginas. «Mis personajes se mueven sobre el filo de la navaja, sobre una cuerda floja que ellos mismos han trazado para llevar a cabo sus fechorías, actos que rozan lo criminal... Venganzas, ocultismo, reuniones clandestinas, amores no conseguidos. Y a eso yo le añado extrañas muertes en noches de luna llena. De ahí el subtítulo canis lupis. Y no cuento más, que lo averigüen los lectores», bromea Montejano (Alberic, 1942).
Escritor tardío, sin duda (debutó en 2002, con la rompedora y sorprendente Diari d'un jove en cap de setmana, tras jubilarse como profesor) Montejano ha compensado ese largo silencio preliterario con cinco obras. «Y estoy guardando fuerzas para terminar la sexta este verano», explica a este diario. «Lo que sucede es que cada nueva novela a mí me lleva un proceso de dos a tres años, y ya con 73 años cumplidos —vuelve a bromear— no sé si me queda tiempo para escribir muchas más».
