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La campaña empieza por la izquierda

Tal vez acogiéndose al dicho de quien da primero, da dos veces, la candidatura A LaValenciana (Compromís, Podemos y Esquerra Unida) escenificó el pasado martes, desde el remozado recinto del Echegaray de Ontinyent, un presagio con tintes de verosimilitud: el triunfo, el próximo 26J, de «la victòria de la gent». Esta ciudad era un punto de partida idóneo para tal fin al tener como avales que tanto en las elecciones autonómicas del 24M, donde la candidatura más votada fue la de Compromís (pese al éxito incontestable de la municipal socialista de Jorge Rodríguez), y en las nacionales del 20D, la candidatura de Compromís con Podemos también fue la más votada. Al margen de los oradores, Ricardo Sixto, Ángela Ballester, Joan Baldoví y Mónica Oltra, cabe extrapolar la imagen compacta de objetivos destinados a la gent que transmitieron. En esta celebración electoral faltó una silla, la de los socialistas valencianos, muy a pesar de Ximo Puig. El día después del 26J los socialistas de Pedro Sánchez (y su lastre de mariachis de la caspa) lamentarán, probablemente, no haberse mirado en el mismo espejo que le sirvió a Puig para gobernar la Generalitat, y como dijo en la sala Gomis ontinyentina en el 24M, le mostró y sirvió al batle Rodríguez.

Las sensaciones que mostró esta suma de sensibilidades progresistas, tan temida y denostada por la caverna y las fuerzas ultraconservadoras, responden a miles de expectativas. Supieron transmitir una esperanza y sintonía que se palpaba a flor de piel. Y ahí pueden radicar y descifrarse muchas claves, en la próxima contienda electoral. Al menos por aquí.

El reverso de esa moneda acontecía 24 horas después, en el parque Mestre Ferrero, donde a los socialistas no les sonó la flauta ni por casualidad. Ante unos doscientos militantes y cargos del PSPV en la comarca, y poco más, toreaban dos primeras espadas en una denominada assemblea oberta del PSOE. Era un ambiente de desánimo y de calor en el que los polos de limón o fresa repartidos entre los asistentes resultaron insuficientes para mitigar el descorazonador panorama que se vislumbra. Y eso que el alcalde puso todo su savoir fair y algo más para levantar la moral de la tropa. Pero ni la candidata valenciana, Ana Botella, ni el amigo de Rebeca Torró, el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, resultaron convincentes. Hernando debería saber a estas alturas que obras son amores y no buenas razones" Por ello, y por mucho que ahora se arrogue la exclusividad del intento de formar gobierno, las matemáticas no engañan. Y en ese sentido al enrocarse, como hizo el PSOE con la suma anti natural de C's, nunca le podía cuadrar un gobierno progresista.

La traca del Teler. El pasado fin de semana el centro comercial el Teler de Ontinyent sonó y olió a pólvora. Era la eclosión de las grandes ocasiones. Y el lugar, que tras una década de andadura no alcanzaba las expectativas depositadas en él, ahora por fin, tras el cambio de propietarios, en diciembre, y de gerencia (el ontinyentí Pepe Mataix) asoma con levantar el vuelo. La gran afluencia de público así parece corroborarlo. Los eventos que subieron la moral fueron: la inauguración de la cervecería franquicia 100 Montaditos y la cuidada y excelente inauguración del Salón Green Shop, donde el conocido peluquero local Toni Ribera ofreció un desfile inaugural con diseños de Saúl Santonja y tocados Elianor.

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