El Ayuntamiento de Xàtiva ha iniciado el procedimiento para regularizar la ingente cantidad de recibos impagados heredados de la corporación anterior. En concreto, el actual equipo de gobierno contabilizó 12,7 millones de euros en recibos pendientes, la mayoría procedentes del período 2005-2010, la época en que el presupuesto municipal se disparó previendo unos ingresos que nunca se han producido. De hecho, esta acumulación de recibos pendientes se genera por una previsión excesiva en los ingresos.

El proceso ha comenzado con la anulación de 1,3 millones de euros de recibos del impuesto de circulación de vehículos; 714.000 euros de recibos prescritos entre el año 2006 y 2012 y 491.000 euros de recibos fallidos de entre 2013 y 2016. En total, van a anularse cerca de 12.000 recibos. Al emitir unos recibos que nunca se van a cobrar, el ayuntamiento, a corto plazo, dispone de unos ingresos «ficticios» que acaban generando una deuda comercial y, finalmente, la necesidad de recurrir a préstamos bancarios para cubrir las facturas que se han gastado sin haber realizado los ingresos previstos.

Para el concejal de Hacienda, Ignacio Reig, «en esta emisión irresponsable de recibos, está el origen de una parte de la deuda municipal. Durante años, Alfonso Rus contabilizó recibos de empresas insolventes, vehículos fuera de uso o ciudadanos fallecidos. Esto le permitía computar una cantidad muy superior a la que finalmente ingresaba, generando así una falta de liquidez que ahora estamos pagando a través de los préstamos del Plan Montoro».

Según el edil, la actual corporación está trabajando para depurar el stock de recibos impagados. Esto puede suponer la anulación de entre 4 y 5 millones de euros en recibos pendientes, declarados ya como incobrables al proceder de ejercicios como 2004 o 2005. Además, figura cantidad de empresas y particulares desaparecidos, entre mercantiles que ya no funcionan, ciudadanos extranjeros que han regresado a sus países de origen o nacionales fallecidos.

Una vez depurada la base de datos, Reig quiere concentrar los esfuerzos de recaudación entre los deudores efectivos. «El objetivo „dice el concejal„ es que todos paguen para que todos podamos pagar menos. Una gestión adecuada se debe basar en datos reales y no en falsas expectativas». Recuerda Reig que en su día la oposición pedía a Rus responsabilidad, ya que «no dejaba una deuda cobrable, sino millones de euros en cromos del Coyote», ironiza el edil.