Héctor Cuenca (Xàtiva, 1992), representa al grupo «scout» Jamboree en el Consell de la Joventut de Xàtiva, del que hace algunas semanas que es presidente, aunque su vinculación a él se remonta a hace más de seis años. Un organismo que se encontraba prácticamente inactivo desde hace algún tiempo, y que ha empezado a despertar del letargo con el objetivo de volver a ser punto de encuentro de la juventud de Xàtiva.
¿Por qué ha sido ahora el momento de volver a impulsarlo?
Hace un par de años, un grupo de personas empezó a intentar moverlo. Muchas asociaciones se encontraban sin local, y ese soporte que te daba el Consell se había perdido. Entre temas burocráticos y demás se tardó alrededor de un año y medio en volverlo a poner de nuevo en marcha.
¿Qué agrupaciones forman parte del colectivo?
Más o menos una veintena. Los dos grupos «scouts», los tres juniors, las partes jóvenes de los partidos políticos, la protectora de animales, Comisiones Obreras, la Escola de Danses, la Escola Valenciana, una asociación de cómics...
¿Cómo lográis llegar a acuerdos pese a las diferencias ideológicas entre grupos y personas de diferentes partidos políticos?
Porque lo que busca el Consell es apoyar a las asociaciones juveniles. Por eso las que tienen más relación con ello son las que llevan el peso de la programación. Los grupos políticos están porque tienen que estar, son una parte fundamental de los jóvenes, pero la cuestión partidista se intenta dejar al margen.
Este año se ha homenajeado a los Maulets o se han tratado temas como el de Guillem Agulló. ¿Influye en esto quién se encuentra al frente del ayuntamiento?
Desde que estamos nosotros es totalmente diferente. La relación del Consell con el PP siempre ha sido más tensa. Con Lena nos coordinamos y hacemos cosas de forma conjunta. Es la primera vez que hay un gobierno que no es Popular, pero eso no quiere decir tampoco que sea mejor o peor para el Consell. Simplemente ha coincidido con que esta organización ha empezado a arrancar después de algún tiempo.
¿Ayuda el hecho de que Lena sea una concejal joven, que puede entender mejor vuestras reivindicaciones?
De hecho, Lena llevaba varios años siendo la representante de Joves Socialistes en el Consell, hasta que llegó al ayuntamiento. El edil de Joventut está invitado a las asambleas y Lena está asistiendo a todas. Igual antes hubiera sido impensable realizar cosas colaborando con el ayuntamiento.
¿Qué balance haces de estos primeros meses al frente?
Hemos estado realizando al menos una actividad cada mes, que sirviera para formarse, como el curso de diseño gráfico, el de redes sociales o el de manipulador de alimentos. Que cada una tenga algo formativo, o si no, al menos que sirva para que algunos jóvenes encuentren su vocación.
¿Y qué estáis organizando?
El pasado sábado tuvimos una conferencia sobre la desocupación desde el punto de vista joven, y un taller con la muixeranga de Xàtiva. Después de verano vendrá el XXX aniversario, donde intentaremos darle al Consell la visibilidad que se merece. Mucha gente no lo conoce o piensa que forma parte del ayuntamiento.
Hablando de desempleo juvenil. ¿Es difícil ser joven hoy?
Las cosas han cambiado mucho desde que apareció la crisis. Hace quince años te sacabas una carrera y tenías un futuro profesional. Hoy se juntan la falta de trabajo, la sobretitulación y el alargamiento del inicio de la vida laboral. La crisis no solo ha complicado la situación sino que ha hecho que lo vivamos en nuestras carnes.
¿Por qué deben los jóvenes de Xàtiva unirse a una asociación?
Formar parte de una asociación te prepara como ciudadano. Desde que tengo 14 años formo parte de los «scouts», y más allá de las instituciones docentes, lo que te forma como persona son esas experiencias que hacen que después entres a formar parte de organizaciones y tomes decisiones vinculantes. Cualquier asociación sirve, y siempre será mejor que estar en el sofá. Te da la oportunidad de alzar la voz más allá de hacerlo cada cuatro años en unas urnas.
¿Y qué objetivo se marca el CJX de cara al futuro?
De momento seguir con la programación. Más adelante tendremos que ampliar las bases, no solo fijándose en la formación y en el ocio, sino partiendo de un análisis o de líneas de actuación. Porque los jóvenes tenemos unas necesidades y unas motivaciones diferentes a los adultos. Y eso tenemos que tratarlo los propios jóvenes.
