La Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Generalitat (Epsar) ha iniciado las obras de la nueva estación depuradora de Bellús, reivindicada durante más de una década por la localidad para evitar los vertidos de agua sin depurar al río Albaida. La intervención se adjudicó a la UTE Agricultores de la Vega-Depuración de Aguas del Mediterráneo, SL por un importe de 477.489 euros el 16 de marzo, justo un año después de salir a licitación.
El gerente de la Epsar, Enrique Lapuente, atribuye el retraso a los plazos de tramitación de las distintas autorizaciones ambientales y urbanísticas que se precisaban. Una vez obtenidos, Lapuente subraya a Levante-EMV que la ejecución de la nueva depuradora tiene un plazo estimado de 8 meses, por lo que, «salvo imprevistos», los trabajos deberían culminar antes de 2017.
El proyecto contempla, además de la EDAR, un colector general de aguas residuales del casco urbano que permitirá tratar alrededor de 150 metros cúbicos diarios en la localidad, de 325 habitantes. La alcaldesa de Bellús, Susana Navarro, indica que el contrato de la actuación se formalizó hace un mes. Ahora, la obra se centra en los movimientos de tierras. A los problemas surgidos durante el transcurso del proceso con el replanteo y los lindes de la superficie donde se está construyendo la instalación „a las afueras del pueblo„ hay que añadir los obstáculos más recientes con los que se está topando el ayuntamiento en la negociación con Iberdrola, que obliga a ejecutar una línea nueva tras cuestionar que el transformador del municipio disponga de suficiente energía para abastecer a la depuradora. Esta cuestión dilata la evolución de los trabajos, según precisan fuentes municipales.
En cualquier caso, el consistorio está inmerso en los trámites para sortear todas las barreras y cumplir con una demanda municipal que se eterniza en el tiempo. Según ha podido comprobar este diario, la obra está avanzada y ya se ha delimitado la zona de la EDAR y el foso principal.
Licitada en 2006 por primera vez
La instalación se licitó por primera vez en 2006, presupuestada en más de 2 millones de euros e incluida en el II Plan director de Saneamiento de la C. Valenciana redactado por la Generalitat. El documento fijaba 2009 como fecha límite para poner en marcha la depuradora. Sin embargo, la Epsar decidió en 2010 renunciar al proyecto y lo pospuso sin fecha, alegando cuestiones presupuestarias y técnicas. En enero de 2014, el expresidente Alberto Fabra anunció en una visita a Bellús una inversión para retomar la obra de manera inmiente. Al final, tardó un año en licitarse y su presupuesto se redujo a 589.129 ?.
