La Unió de Llauradors va a solicitar tanto al Gobierno Central como a la Generalitat una línea conjunta y cofinanciada de ayudas directas y otro tipo de exenciones cuando se extingan los incendios forestales desatados en los últimos días, con el objetivo de paliar los daños que han sufrido los agricultores y ganaderos afectados en las comarcas de la Canal de Navarrés, la Costera y la Ribera. La Unió señala que «no debe pasar como en el último gran incendio de junio-julio de 2012», cuando la cuantía concedida de ayudas fue muy baja, los trámites muy complicados —con apenas tiempo de justificación— y la gestión «dejó mucho que desear» por la «descoordinación entre la Generalitat y los ayuntamientos». A falta de conocer aún las evaluaciones oficiales del número de hectáreas calcinadas y cuántas de ellas estaban cultivadas, la Unió cree que las pérdidas directas para los agricultores «serán muy importantes en cultivos como los cítricos, pero también en el olivar, caqui, frutales, frutos secos y forrajes; así como en la ganadería», por la cantidad de animales muertos en granjas o por las colmenas de apicultores quemadas y abejas asfixiadas.
La organización advierte de que «será muy importante establecer corredores en las zonas afectadas por los incendios para que el ganado pueda pasturar porque en algunos lugares se habrán quedado sin pastos». La Unió pide «más sensibilidad y mayor fomento de la agricultura, la ganadería o el pastoreo» puesto que «los cultivos abandonados actúan de elementos propagadores del fuego cuando se produce un incendio» y la actividad ganadera contribuye a limpia el sotobosque. «Un agricultor en activo en zonas rurales es una garantía para prevenir los incendios», resume el secretario general del sindicato agrario, Ramón Mampel.
