El debate en torno a la política forestal del nuevo Consell se ha reproducido esta semana a escala municipal en Enguera. El PP ha presionado al ejecutivo socialista con la solicitud de un pleno extraordinario para que se retomen cuanto antes los trabajos de extracción de biomasa en la sierra, paralizados en marzo por la Conselleria de Medio Ambiente a petición del ayuntamiento, tras los incumplimientos de la Unión Temporal de Empresas (UTE) adjudicataria y las denuncias de los agentes medioambientales.

El contrato, firmado durante la pasada legislatura, dejó en manos de una mercantil el aprovechamiento de la madera de los montes de la localidad „24.000 hectáreas„ durante 15 años, con vía libre para extraer hasta 7.000 toneladas de biomasa al año a cambio de unos ingresos de 7 euros por tonelada para el consistorio. Después de actuar sobre una superficie de 1.000 hectáreas, sin embargo, comenzaron a surgir voces que alertaron sobre el impacto visual de las talas y la vulneración de las condiciones del contrato.

Tras la alarma generada por los incendios de Bolbaite y Carcaixent, el portavoz del PP, José Simón, advierte de la necesidad de reactivar las extracciones controladas, señalando que «reducen hasta un 60% el riesgo de grandes incendios», al eliminar combustible en el monte y propiciar su gestión. Simón pone en valor el proyecto técnico «referente en España» que sentó las bases de la actuación y permitió la ordenación de los montes de Enguera gracias a una subvención de un millón de euros de fondos europeos durante la etapa del PP. El portavoz recuerda que el el ayuntamiento ingresaba 60.000 euros de la adjudicataria de la biomasa que eran reinvertidos en trabajos de prevención y limpieza en la sierra, considera «puntuales» los incumplimientos de la UTE y apunta a la posibilidad de reorientar los trabajos o de volver a sacarlos a concurso, corrigiendo las deficiencias.

El gobierno municipal no niega la validez del plan de ordenación para gestionar el monte, pero consiera intolerable la vulneración por parte de la empresa, a la que, recientemente, tanto el ayuntamiento como la conselleria han tenido que requerir urgentemente para que extraiga toda la madera y los restos que dejó esparcidos tras la suspensión de las talas por el paraje de la Plana „donde se han sacado los pinos sin astillar„, la Burrera-Llano Palop o el Atochar, con pilas abandonadas.

«Gestión pero no a cualquier precio»

Según expone la regidora de Medio Ambiente, Nuria Sanchiz, estos espacios quedaron «inundados de troncos sin extraer y de todo el resto de materiales que ha arrastrado con la corta», como pinos más pequeños, ramas y matorral que han permanecido sin retirar durante «más de de 6 u 8 meses y hasta 1 año», multiplicando el «riesgo de incendios» en estas zonas, al aumentar «de forma significativa» la cantidad de vegetación muerta que incide directamente en la propagación del fuego. «El que diga que no había motivos técnicos para paralizar la corta, que se lo pregunte a cualquier vecino que pase a diario por el Paraje Natural La Plana. La biomasa reduce el arbolado, pero no sirve para la prevención de incendios», mantiene Sanchiz, en respuesta a las críticas del PP. La edil defiende una «gestión responsable» del monte que no solo se centre en «cortar y extraer pinos». «Todos los trabajos son importantes, pero si prima el beneficio de las empresas extractoras de madera, no vamos por el buen camino», apostilla.