El Ayuntamiento de Xàtiva ha sacado a concurso público la redacción del Plan Especial del Casco Histórico-Artístico, el documento que ha de sentar las bases de un nuevo modelo de protección del patrimonio «versátil y funcional» que, al mismo tiempo, vele por la revitalización de un conjunto arquitectónico y urbano amenazado por la despoblación y la decadencia. El contrato se licita por un importe de 140.000 euros con una duración de dos años.
El pliego técnico elaborado por la sección municipal de urbanismo dibuja la necesidad un marco normativo y unas directrices de actuación específicas en el casco antiguo para salir del actual escenario de parálisis. El documento sostiene que el el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no tiene en cuenta las peculiaridades «propias, reales y actuales» de un espacio tan emblemático como plagado de deficiencias. Es por eso que, 16 años después de su aprobación, «no se ha resuelto la problemática del casco antiguo».
Aunque toda intervención en el centro histórico precisa de la autorización previa de la Conselleria de Cultura, suelen producirse «problemas para adecuar el PGOU a la realidad física del entorno», ya sea por «catalogaciones desfasadas o inexistentes» o bien por la «falta de concreción de los elementos a conservar», según desgrana el pliego de 38 páginas al que ha tenido acceso este diario. En el texto, los técnicos advierten del riesgo de una «pérdida de elementos propios del patrimonio arquitectónico» porque «los criterios de intervención no están ajustados a la realidad de los inmuebles» de la zona. La inexistencia de una normativa urbanística propia del casco antiguo puede provocar «situaciones sin salida» tanto por la falta de actuaciones como por actuaciones «desproporcionadas o inadecuadas», prosigue.
El Plan busca superar la rigidez del modelo actual para establecer una hoja de ruta basada en criterios «mucho más dinámicos y de desarrollo sostenible» en cuanto a la ejecución de obras, usos y actividades. Para los técnicos, «la simple protección del casco antiguo no ha tenido los efectos deseados». De ahí que el ayuntamiento, «a la vista del abandono paulatino y la degeneración del casco antiguo» , inste al diseño de estrategias de desarrollo urbano sostenible e integrado, que han de responder a «unas nuevas necesidades de alojamientos pequeños y restaurantes, de adecuación turística y aparcamientos» que, sin embargo, chocan con el PGOU vigente, generando «problemas para el desarrollo de políticas adecuadas».
Menor calidad de vida
El pliego atribuye el despoblamiento y el envejecimiento de las edificaciones del centro histórico a la ausencia de «un incremento y mejora de las dotaciones, equipamientos y redes de infraestructuras». A su vez, esta circunstancia «agrava los actuales problemas» de abastecimiento, estacionamiento o servicios y se traduce en una calidad de vida menor respecto a otras áreas urbanas.
Las bases del concurso encaminan la solución a ofrecer «una mayor facilidad de intervención» en los inmuebles tanto a los propietarios privados como a las administración públicas, estableciendo diversos gados de protección que definan claramente los criterios y las actuaciones posibles. Algo tan básico «actualmente resulta imposible con la simple aplicación del PGOU», observa el pliego.
Aunque habrá que esperar 2 años para que el Plan Especial vea la luz, la empresa que se adjudique la redacción dispondrá de 9 meses para que sus especialistas elaboren un diagnóstico del estado del casco antiguo y un primer avance con propuestas de actuación.
