El Ontinyent CF celebra hoy a mediodía la Asamblea General de Socios para rendir cuentas sobre la temporada finalizada y presentar el proyecto para el próximo curso. Pero lo que debería ser un capítulo más en el proceder de la entidad se ha convertido en todo un plebiscito sobre la continuidad del técnico Miguel Ángel Mullor. Para el que se haya perdido un poco, valga recordar la sucesión de acontecimientos desde que el equipo textil fuera apeado hace dos semanas de la promoción de ascenso a segunda B.
Con las lágrimas todavía en los ojos, el presidente Luis Ortiz manifestaba a Levante-EMV que «si él quiere —refiriéndose a Mullor— será el entrenador la próxima temporada». Poco después, el Ontinyent CF anuncia que «Miguel Ángel Mullor no renovará por cuestiones extradeportivas». La repercusión es inmediata en las redes sociales y el presidente opta por explicar su punto de vista en una comparecencia pública en la que acusa al entrenador de «falta de sinceridad y transparencia», al tiempo que se reafirma en la postura de la entidad de no contar con Mullor. Finalmente, Ortiz expresa el deseo de que la «asamblea decida sobre la continuidad de Mullor, pero con las condiciones que establezca el Ontinyent».
Mientras tanto, el técnico se ha mantenido en silencio hasta concretar una respuesta junto a su grupo de colaboradores: Alfonso Gijón, preparador físico; Kiko Ferrero, segundo entrenador; Gabri Ribera, preparador de porteros; y Jordi Gomis, coach deportivo.
En primer lugar, Miguel Ángel Mullor ha agradecido «al presidente y su junta directiva el buen trato recibido durante once increíbles meses de competición». Según Mullor, «decido exponer mi palabra obligado por las durísimas acusaciones recibidas por parte de Luis Ortiz». Y el primer punto que quiere dejar claro es que «no he recibido ninguna oferta en firme ni de Ortiz ni de sus directivos». Respecto al sobrecoste del 35.000 euros de la plantilla, el entrenador dice que «no se justifica la culpabilidad de un cuerpo técnico cuando las decisiones finales sobre pagos son siempre del presidente y su directiva». Mullor se ha mostrado especialmente dolido por «acusarme ética y moralmente del trato a ciertos jugadores. Es inadmisible. En un vestuario de 25 jugadores pasa y pasará de todo, pero eso se aclara dentro, en el vestuario».
El técnico ha contado que «el pasado martes mantuve una conversación telefónica con el presidente en la que me afirmaba que se había excedido en las acusaciones». Un dialogo que permitió concretar un encuentro horas después para «dar carpetazo a esta polémica, pero no hubo manera. Es más, volvió a excederse en las acusaciones hacia el preparador físico y Moisés del Val, colaborador de confianza». Mullor ha destacado «el daño personal y profesional a todos los miembros del cuerpo técnico. No hemos entrado en polémicas. Todos nos hemos equivocado, nosotros los primeros, pero lo mejor es hablar las cosas con tranquilidad y cara a cara». Por último, deja entreabierta una puerta para reconducir la situación al afirmar que «seguimos y seguiremos dispuestos a un nuevo encuentro, pues hablando cara a cara es la mejor manera de entenderse», finaliza Mullor en el comunicado que firma junto a su cuerpo técnico.
