La candidatura de Bufali para albergar una de las tres plantas de tratamiento de residuos proyectadas por la Generalitat en el ámbito de la Costera, la Canal, la Vall d'Albaida, el Valle de Ayora y la Safor anticipa un frente de batalla contra las instalaciones. De momento, las tres fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento de Montaverner ya se han posicionado de manera firme en contra de la resurrección del proyecto. Un rechazo unánime que en breve plasmarán en una moción.

«Debemos movilizarnos. Hay que ponerse en marcha e intentar que se paralice la planta». La alcaldesa, Amparo Roses, presentó en el pleno una propuesta contra la infraestructura, tras advertir de que se prevé «prácticamente en término de Montaverner», en una zona agrícola «con varios pueblos muy pegaditos». Roses defiende la vuelta a un Plan de Minimización gestionado por la Mancomunitat y recuerda que, cuando la instalación se planteó por primera vez, «ya salimos a la calle».

La conselleria paralizó en 2009 el proyecto presentado por Recisa para ejecutar en Bufali un complejo de valorización y eliminación con capacidad para 40.000 toneladas de la comarca. El Plan Especial de la planta fue aprobado por el ayuntamiento y la iniciativa obtuvo más de una decena de pronunciamientos favorables de organismos sectoriales, aunque también fue objeto de una batería de alegaciones y presenta carencias que tendrían que subsanarse y adecuarse a la actual normativa en caso de retomarse su tramitación. El proyecto encalló en la Generalitat porque chocaba con el modelo diseñado para agrupar en el Consorcio de Residuos (COR) la basura de cinco comarcas.

Tras la paralización de la macroplanta de Llanera de Ranes, sin embargo, este organismo inició en abril un proceso participativo para que los ayuntamientos del ámbito de gestión ofrecieran terrenos alternativos para articular un nuevo modelo que apuesta por «microplantas» de tratamiento comarcales. Al cierre del plazo, solo tres poblaciones han presentado propuestas: Bufali, Vallada y Ròtova. Las tres podrían ser compatibles en el territorio, según el esquema defendido por el Consell.

«Nos opondremos en los tribunales y donde haga falta». El portavoz del PSPV de Montaverner, Joan Chornet, ve «correcto» el planteamiento de crear una planta por comarca, pero considera que en Vallada y Ròtova, a diferencia de Bufali, se proyectan «en áreas industriales que no destruirían zonas agrarias». «En la Vall hay muchos polígonos que tienen espacio, luces y accesos. Intentar montar una planta en medio del campo, afectando a las personas con tierras, es una barbaridad».

El exportavoz e histórico dirigente del PSPV en la Mancomunitat pide «aplicar la racionalidad que hemos manifestado durante 15 años todos los partidos que hemos batallado por el Plan de MInimización y un modelo de gestiona propio». Chornet llama a definir un plan «con tranquilidad y consenso» porque «las prisas no son buenas consejeras». El edil recalca que el proyecto de Bufali va ligado a un futuro vertedero. El COR, sin embargo, habla de momento de una planta de tratamiento y reciclaje que condiciona a su viabilidad técnica y social.