El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, compareció ayer acompañado de sus dos socios de gobierno para dar una «imagen de tranquilidad» tras la irrupción de la Guardia Civil en el ayuntamiento y responder a las preguntas de los medios. Eso sí, subrayó que la investigación del caso Taula está bajo secreto de sumario y ofreció pocos detalles, aunque brindó «máxima colaboración a la justicia» y anunció la revisión de «todos los expedientes» sospechosos. Cerdá recordó las denuncias de la oposición de las contrataciones y obras promovidas por Rus como la plaza de toros, cuyos sobrecostes están siendo investigados en una causa judicial paralela en la que el PSPV está personado como acusación particular. «Esperamos que estos hechos se aclaren hasta las últimas consecuencias y que el peso de la justicia caiga sobre los presuntos corruptos», manifestó el munícipe. «Robar nunca puede salir gratis», proclamó a continuación el primer teniente de alcalde, Miquel Lorente (EU), que lamentó que el resultado de veinte años gobierno del PP «es que la UCO entre el Ayuntamiento de Xàtiva, con la «vergüenza» que ello supone para los vecinos». Según Lorente, «la gente debe estar tranquila», porque «el equipo de gobierno trabaja para que esto (la supuesta corrupción) no vuelva a pasar más».

Para Cristina Suñer (Compromís), era «inevitable» que la UCO «acabara llegando a casa del anfitrión de la Taula». La teniente de alcalde hizo hincapié en que Rus fue el cabeza de lista del PP en las elecciones municipales, con el apoyo de todos los concejales que ahora forman el grupo popular, quienes a su juicio son «los responsables políticos de haber mantenido esta situación». Suñer dijo que el consistorio pedirá resarcimientos si se acredita un perjuicio para las arcas municipales.