La crisis de gobierno en el Ayuntamiento de Rocafort se ha cobrado una nueva víctima: la hasta ahora regidora de Hacienda, Pilar Núñez. La veterana concejala presentó el jueves su dimisión, que se formalizará el próximo lunes en el pleno extraordinario convocado para que la alcaldesa, la socialista Amparo Sampedro, también renuncie a la vara de mando. El detonante fue el pleno celebrado la pasada semana donde debía aprobarse el presupuesto para este 2016. Sólo el PSOE votó a favor mientras que el resto lo tumbó. Se da la circunstancia de que además de que PP, C's y IxR rechazaran las cuentas, también lo hicieron Compromís y Guanyem cuando los primeros habían sido socios de gobierno de los socialistas hasta abril —Eduard Comaig dejó el equipo por discrepancias—y los segundos, todavía formaban parte del ejecutivo local. Pilar Núñez explicó ayer que si la alcaldesa «se marcha por no poder aprobar el presupuesto para qué me voy a quedar yo», preguntó. Pero la regidora desgranó el verdadero motivo de su marcha: la metodología que querían imponer algunas formaciones para aprobar los presupuestos. En clara referencia a Guanyem, Núñez afirmó que en abril con el «presupuesto acordado de forma unánime en la junta de gobierno, solo a falta de repartir unos 60.000 euros,» y «sin que PP y Ciudadanos hubieran hecho una sola propuesta en meses», el concejal de Guanyem Carlos Errando «planteó que se creara un grupo de trabajo formado por representantes de los seis partidos y que se fueran debatiendo uno a uno todos los puntos que componían el presupuesto». Núñez se muestra «respetuosa con la participación, las asambleas y los círculos» pero para «ser eficaz en la manera de gestionar un ayuntamiento hay que se responsable».
