La Generalitat ha concedido una prórroga de 20 días a los ayuntamientos para presentar el balance de los daños provocados por el incendio forestal de Bolbaite, que hace un mes quemó más de 1.500 hectáreas en seis municipios. Aunque inicialmente el plazo culminaba el 25 de julio, se ha tenido que ampliar por las dificultades técnicas que entraña el proceso. Esta semana, el Ayuntamiento de Chella ha emitido un bando para que los damnificados registren en sede consistorial la afección que presentan sus parcelas cuanto antes.
La semana que viene está previsto que los técnicos de la Diputación de Valencia recorran la zona quemada para evaluar todos los daños y contrastar la valoración de los vecinos, agricultores o ganaderos, antes de calcular las ayudas que les corresponden. «Estamos apremiando a la gente para que no se duerma. Los afectados tienen que presentar las hectáreas de lo que se ha quemado y eso requiere tiempo», indica José Enrique Talón, alcalde de Chella, poco después de culminar la reunión de la Mesa de Concertación postincendio de ayer, que duró más de dos horas. «La diputación ha reiterado que las ayudas van a llegar, pero yo insisto en que esto no se puede quedar en agua de borrajas. A la gente se le han quemado oliveras de toda la vida y lo que quieren es que se saque el dinero de donde sea», asegura.
Daños agrarios cuantiosos
Los mayores daños se circunscriben a campos de cultivo, superficies ganaderas y bombas y gomas de goteo. Talón destaca la importancia de reparar las afecciones para que las parcelas agrarias «no se dejen perder» y estas actividades tradicionales, junto al pastoreo, no sufran más de la cuenta. Los cazadores también piden ayudas por los cuantiosos daños sufridos en los cotos de caza y la merma de la fauna tras el incendio.
