Hace pocos días escribía un articulo acerca del abandono de las tierras de cultivo por parte de muchos agricultores, que prefieren dejarlas perder antes que seguir poniendo dinero de sus bolsillos ante un futuro incierto.

Pocos días después en un periódico local nos llegaba un nuevo mazazo para el sector agrícola. Entre 2011 y 2015, el precio de la tierra ha bajado un 12,2% en la Comunidad Valenciana frente al 2,2%, que lo ha hecho en el resto del territorio nacional. Las diferencias, eso sí, entre el precio de la hectárea en regadío y la de secano siguen siendo abismales. Así, por ejemplo, un huerto de limonero en regadío se paga a 47.000 euros de media frente a los poco más de 1.400 euros que vale un pastizal en secano. ¿Pero por qué cada vez se abandonan más campos y la tierra vale cada vez menos dinero? Esta es la pregunta que debemos hacernos y por qué se ha llegado a este extremo, que lejos de decrecer va en aumento.

Durante la etapa de las vacas gordas hubo gente que compró tierras con un fin meramente especulativo, como ocurre con las acciones en el mercado bursátil. Mucho dinero de la construcción con el boom inmobiliario de cara se destinó a la compra de bodegas y viñedos sin conocer para nada el sector. Hoy hay cientos de bodegas a la venta. Raro era entonces el constructor „o actor o cantante„, que no tenía su propia bodega y su propio vino. Pocos han sobrevivido a la hazaña como es el caso de Lluís Llach o Joan Manuel Serrat.

Medidas urgentes desde el gobierno. No veo una salida a corto o medio plazo para el campo, a no ser que nuestros gobernantes se tomen en serio la importancia que tiene el sector agrario para la marcha de la economía y se impliquen de verdad, cosa que hasta ahora no han hecho. Cada vez perdemos más peso en el exterior y nuestra posición de cara a defender nuestros derechos es más débil. No sólo nos recortan las ayudas sino que, además, no se toman medidas, como sí hacen otros países para defender sus productos. Hace poco Bruselas ha decido imponer aranceles de más del 30% al acero chino y ruso. Medidas proteccionistas para combatir el dumping, es decir, vender por debajo de coste para ir eliminado las empresas competidoras y apoderarse poco a poco del mercado. ¿Por qué no se toman medidas proteccionistas contra países como es el caso de Marruecos con la naranja, donde es imposible competir en igualdad de condiciones porque la mano de obra en el país africano es mucho más barata y las condiciones laborales son bien distintas a las que ofrecemos aquí? Vivimos en una economía de libre mercado, pero debemos respetar todos las reglas. Algunos países esto lo tienen muy claro.