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Lorente lleva a los tribunales la decisión de Roger Cerdà de delegar en Cristina Suñer

El Pacte de Sant Domènec suscrito por el PSPV-PSOE, EU y Compromís para gobernar juntos en Xàtiva puede saltar por los aires

Lorente lleva a los tribunales la decisión de Roger Cerdà de delegar en Cristina Suñer

El Pacte de Sant Domènec se tambalea. Esquerra Unida ha acudido a los tribunales para tumbar la decisión del alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, de delegar sus funciones como primer edil en la segunda teniente de alcalde, Cristina Suñer. Tal como adelantó Levante-EMV, la decisión adoptada por Cerdà a principios de agosto molestó de manera extraordinaria a Miquel Lorente, portavoz de Esquerra Unida y primer teniente de alcalde, quien considera que en ausencia de Roger ha de ser él el que asuma el cargo. Sin embargo, tras el enfado parecía haber llegado la calma. Pero no. El grupo municipal de Lorente ha presentado un escrito al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Valencia solicitando al juez que deje sin validez el decreto de Roger Cerdà. La medida ha pillado al alcalde a punto de partir de viaje „hoy es su primer día de vacaciones„ y ha creado un extraordinario malestar en el grupo socialista. El pacto suscrito en julio de 2015 por el PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida estaría tocado de muerte.

Si el juez dictara de un momento a otro la medida cautelar solicitada por Esquerra Unida, la situación podría ser muy complicada. Por un lado, podría hacerlo dejando sin efecto el decreto de Roger Cerdà, con lo cual no habría delegación de funciones en Cristina Suñer. Pero al estar fuera de Xàtiva, o tendría que interrumpir sus vacaciones y regresar a la ciudad o, de no hacerlo, automáticamente la ley establece que en ausencia física del alcalde ha de ser el primer teniente de alcalde „en esta caso, Miquel Lorente„ el que le sustituya. A parte de arruinar las vacaciones a Roger Cerdà, que ahora está pendiente de la resolución del juez, la medida adoptada por Esquerra Unida marca un antes y un después en las relaciones del tripartito, nada buenas por otro lado.

En las filas del PSPV, tanto en el grupo municipal como en la agrupación local, según ha podido saber Levante-EMV ya hay quien habla de inminente ruptura con Esquerra Unida. Hay quien incluso hace números: la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Xàtiva es de 11 ediles. Ahora, la suma de PSPV (7); EU (5) y Compromís (3) está muy por encima de ello, con 15. Por ello, de enviar a EU a la oposición, el PSPV y Compromís tendrían todavía diez. Y sólo con el apoyo del único regidor de Ciudadanos podrían retener la mayoría absoluta. Es más: ni siquiera hace falta esa supuesta mayoría porque el PP de ahora es una formación muy alejada de los modos de antaño, con Alfonso Rus al frente. Y en diversas ocasiones a lo largo de este mandato han mantenido una actitud constructiva y colaboradora en ciertos asuntos, con ediles como Jorge Herrero o María José Pla, de perfil muy dialogante que incluso podrían asumir ponencias.

Este diario publicó semanas atrás que el alcalde de Xàtiva, tras delegar su cargo en Miquel Lorente durante sus vacaciones de 2015, este año había decidido hacerlo en la segunda teniente de alcalde, Cristina Suñer (Compromís). El primer edil señaló que en ejercicios posteriores (2017 y 2018, el último de su actual mandato) delegaría en los tenientes de alcalde tercero y cuarto, sucesivamente. Pero Miquel Lorente consideró la decisión de Roger Cerdà „tomada unilateralmente y sin consenso con el resto de grupos, según parece„ como un intento de impedir a toda costa que fuera alcalde en funciones. Y si en la junta se seguimiento en la que recibió la noticia ya mostró una actitud muy hostil y trató de frenarlo, con posterioridad y lejos de asumir que, total, se trata de un trámite de apenas diez días de duración, ha seguido tensando la cuerda al máximo. Ahora, también en los tribunales.

Renunciaron a la alcaldía

En manifestaciones a este diario con motivo de anteriores desavenencias en el tripartito, Lorente ha sostenido que su papel de exigencia dentro del gobierno se debe, en cierto modo, a que son una fracción muy importante del equipo de gobierno (cinco de los 15 ediles, una tercera parte) y sin embargo no exigieron repartirse la alcaldía dos años, como hubieran querido.

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