El Ayuntamiento de Xàtiva tendrá que pedir un préstamo de un millón de euros para poder hacer frente a las indemnizaciones de los terrenos de la Ciutat de l´Esport, construida durante el mandato de Alfonso Rus e inaugurada en 2011. Las resoluciones emitidas por el Jurado Provincial de Expropiación modifican al alza las tasaciones municipales y elevan la deuda del consistorio con los propietarios hasta el millón de euros, aseguraron ayer fuentes municipales. Rus expropió terrenos para llevar a cabo esa obra (edificada sobre el antiguo polideportivo Les Pereres) pero el consistorio que presidía nunca pagó el dinero comprometido, pese a asegurar a los expropiados en reiteradas ocasiones de que el pago sería inminente.

Según la concejala de Urbanismo, Cristina Suñer, este quebranto económico para las arcas municipales es muy grave. «En 2017 „explicó ayer„ incumpliremos la ley de estabilidad presupuestaria porque tenemos que seguir garantizando las políticas dirigidas a las personas y en las arcas municipales no hay dinero para hacer eso y para poder pagar las consecuencias y los sobrecostes del urbanismo faraónico del PP». No obstante, el ayuntamiento ha recurrido las resoluciones del Jurado Provincial de Expropiación por considerar el precio marcado notoriamente superior al valor de los bienes expropiados y por estimar que la ocupación de los terrenos marcada por el JPE es incorrecta. Desde el área de urbanismo, confían en reducir las cantidades dictadas por este órgano.

De este modo, el actual equipo de gobierno hereda el peso de una mala gestión y trata de aportar una solución definitiva. Pero por otro lado, trata de matizar ese compromiso económico un tanto a la baja para así defender los intereses generales que representa el Ayuntamiento de Xàtiva, indican.

Pago de 400.000 euros a Repsol

Además del pago a los antiguos propietarios de los terrenos de lo que hoy es la Ciutat de l´Esport, el ayuntamiento liquidará también la deuda contraída con la empresa Repsol Comercial por el espacio alrededor de la Font del Lleó, la antigua gasolinera. «Tenemos que abonar cerca de 400.000 euros por otra promesa incumplida de Rus», dijo Suñer. El entonces alcalde ofreció una permuta: Repsol cedía ese espacio y se le pagaba con terrenos en otro lugar. Pero Rus nunca cumplió su parte. «Y ahora ese cambio se ha convertido en un nuevo agujero en el presupuesto», critica Suñer. Esta liquidación se realizará en cuatro anualidades.