e cumplió el pronóstico. Un Olímpic muy superior sin sufrimiento alguno doblegó al Torrevieja, equipo menor del que se esperaba algo más. Poco público en las gradas, quizá el calor o la amenaza del partido FC Barcelona-Alavés tuviera algo que ver para tanta escasez en el graderío. El espectáculo hizo honor a las previsiones en cuanto a la escasez de público.
¿El partido? Pues muy bien gracias. El Olímpic no llegó a sufrir ni a despeinarse, tan solo el taquillaje acusó la flacidez de la que ya sabíamos. Cosme volvió a anotar, también lo hizo Juanma y Moscardó, en los minutos cómodos, lo cual restaron de espectacularidad a un partido del que, al parecer, ya habíamos visto con anterioridad y que volveremos a ver aún sin haber asistido. La próxima jornada se juega ante el Silla y se intuye una nueva derrota de los locales, equipo titular de un pueblecito de los alrededores de la capital. Habitantes, presupuesto y caché deportivo, dicen todo lo que el partido puede dar de sí, o sea, nuevos 3 puntos. Otro resultado podría llegar a ser una sorpresa difícil de creer.
La clasificación para la siguiente fase está quedando más sencilla de lo que muchos esperábamos. Tan solo al señor López le apetece seguir resaltando virtudes de equipos oponentes que no vemos por ninguna parte, pero ya se sabe, son argucias de los técnicos para resaltar sus victorias ante vulgaridades lógicas de la tercera división, cuyo escaso potencial no nos sorprende para nada. No queremos cerrar la columna sin agradecer al doctor Emilio Sala Benimeli, profesor en fútbol de alto nivel.
