La UD Benigànim vio cortado su buen inicio de liga en uno de los campos más complicados del grupo. L'Almena de Villanueva de Castellón fue escenario de la primera derrota franjirroja en su regreso a preferente. El Castellonense se llevó el partido de rebote (1-0) en una acción desafortunada para los beniganenses cuando se enfilaba ya el último cuarto de partido.
Posiblemente, era la única forma en la que se podía romper un encuentro igualado, con mucho respeto por parte de ambos contendientes y planteado más para no perder que para ganar. El empate sin goles hubiera sido el resultado más apropiado dada la escasez de trabajo que tuvieron ambos porteros. Solo las acciones de estrategia soliviantaban a las defensas y fue, precisamente, tras un saque de esquina y una serie de rebotes cuando se decantó el partido. Pudo caer de cualquier lado, pero, en esta ocasión, la fortuna sonrió al Castellonense.
Pese a la derrota, el Benigànim se mantiene en cabeza gracias a los seis puntos de tacada que sumó en las dos primeras jornadas. Sumar de tres en tres tiene premio y los de Gabriel Ramón Florit se sitúan terceros esta semana a un punto de Atzeneta y Oliva, que comandan la clasificación. La próxima jornada el cuadro de la Vall tratará de no perder comba en el choque contra el Canals, que visitará el Municipal después del 0-5 contra l'Alcudia.
Primera victoria del Llosa
Por su parte, el CD Llosa se apuntó la primera victoria de la temporada contra el Pego CF (2-0) gracias a la conversión de dos penaltis por parte de Rafa Albert en el tramo final de cada uno de los tiempos. Un triunfo que pone en valor los dos empates cosechados en las primeras jornadas y que sitúan al equipo dirigido por Carlos Romeu en la parte alta de la tabla. Le sigue costando mucho al conjunto blanquillo encontrar el camino del gol. Pudo sentenciar en la primera parte, pero perdonó demasiado. «Tendríamos que haber llegado a los vestuarios con una clara ventaja porque hemos tenido ocasiones de todos los colores», ha dicho Romeu.
El entrenador del Llosa reconoce que «una vez más nos tocó sufrir. Es algo a lo que parece que debemos acostumbrarnos. Posiblemente, el Pego ha sido el rival que menos nos ha inquietado, pero mientras no sentencias siempre tienes el miedo de que en un balón suelto o una jugada de estrategia te amarguen la tarde». La seguridad defensiva de los lloseros volvió a ser el pilar sobre el que se fundamentó la primera victoria y ya son tres partidos sin recibir gol.
Es el único equipo no solo del grupo tercero sino de toda la preferente que se mantiene imbatido. «Alejandro no ha tenido tanto trabajo como los encuentros anteriores, pero tanto él como todos sus compañeros han estado metidos y concentrados desde el minuto 1 al 90». De hecho, tras el 2-0 en el minuto 89, los jugadores blanquillos se arengaban unos a otros para mantener el cero en su portería, objetivo que acabarían consiguiendo. Carlos Romeu, por último, afirma que «el equipo todavía tiene margen de mejora. Estoy contento por cómo se están desarrollando las cosas y estos cinco puntos son un acicate para trabajar con más intensidad si cabe». En la próxima jornada el Llosa visita al Tavernes (sábado, 17:30), que tiene un punto menos.
