Ningún edificio de titularidad municipal de Genovés dispone de licencia de actividad a excepción del auditorio municipal, los bares del trinquet y del polideportivo y el ayuntamiento. Así lo refleja la auditoría interna elaborada por el gobierno local, que destapa la inexistencia de un inventario de material adquirido por el ayuntamiento para servicios municipales cuando se inició el actual mandato. La escuela infantil, además, carece de un Plan de Emergencia.
El documento también pone negro sobre blanco los sobrecostes del 100% con los que se saldó la construcción del auditorio municipal, una obra promovida por el exalcalde Emilio Llopis, investigado por el caso Taula. El proyecto salió a licitación pública en 2007 por 863.281 euros, pero la única licitadora —Construcción Frances, SA— terminó renunciando y la actuación, después de varios modificados, acabó costando 1,67 millones de euros tras adjudicarse «a dedo» a la multinacional FCC.
En otro apartado, la auditoría señala que el consistorio incumplió la obligación de efectuar análisis anuales del agua de la depuradora municipal, lo que podría ser objeto de sanción por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Tampoco se puso en marcha el compromiso de crear una Comisión de Seguimiento y Control de los acuerdos que en 2007 comportaron la ampliación del contrato de gestión del servicio de aguta potable adjudicado a Egevasa, de 20 a 40 años, hasta 2035. En contraprestación, el consistorio debía recibir 600.000 euros como anticipo del superávit de explotación del servicio, pero únicamente ingresó en efectivo 576.923 euros. Al mismo tiempo, Egevasa se comprometía a ejecutar inversiones de obra hidráulcicas por 300.000 euros en tres años de las que no se hizo seguimiento.
