Los agentes de la Guardia Civil que el pasado miércoles desarticularon una red clandestina de contrabando de puros y tabaco en Chella precisaron de un camión para retirar la gran cantidad de mercancía ilícita incautada. Según ha podido saber este diario, los investigadores llevaban meses siguiendo la pista de los detenidos a través de escuchas y vigilancias. Durante los registros practicados en diversos inmuebles —algunos de los cuales disponían de sistemas de videovigilancia— también se habrían incautado estupefacientes. La red daba trabajo a diversas personas y distribuía la mercancía por diversas poblaciones. La operación movilizó un gran despliegue de efectivos.