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la ciudad de las damas

DEMOCRACIA EN ACCIÓN

Es una lástima ver escaso público cuando una vez al mes se reúnen concejales y concejalas electos en el salón de plenos del Ayuntamiento de Xàtiva. Es innegable que el formato resulta tan protocolario como una ceremonia religiosa, y el contenido es, a veces, de difícil comprensión para la ciudadanía de a pie que, en ocasiones, no acaba de pillar lo que se dice, o si lo hace, no acaba de encontrarle el interés. Sería necesaria, sinceramente, una especie de traducción simultánea para que, quienes carecen de instrucción en materia de leyes y procedimientos, pudieran percibir sin embargo, que los temas tratados son esenciales para la vida de una ciudad, porque nos afectan en el bolsillo, en los servicios que recibimos, en la calidad de vida que disfrutamos?

Hay temas que se tratan de una forma poco comprensible, normalmente los referidos a Urbanismo y Hacienda, junto a otros que se abordan con exquisito detalle y minuciosidad, aunque su trascendencia no se acaba de entender. Por ejemplo en este último pleno, los nombramientos y desnombramientos de integrantes de diferentes consejos de participación no generaban un apasionado interés, aunque sí el interrogantes sobre las garantías existentes para que todos ellos resulten útiles y eficaces para conseguir la participación que se pretende. Hay temas como la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales, que deberían obtener la atención general porque se está aprobando el precio de servicios que luego estaremos obligados a pagar: desde el agua que bebemos hasta los nichos del cementerio si nos morimos. Desde la famosa contribución urbana que tan mala prensa ha tenido siempre, hasta la basura, que la ha tenido peor. Las ordenanzas fiscales determinan, por ejemplo, las tasas que habremos de pagar por participar en las pruebas selectivas, por poner contenedores para los escombros o por usar las instalaciones municipales para cualquier actividad cultural o deportiva. Es gratificante observar como este gobierno, a diferencia del anterior, intenta introducir medidas correctoras para conseguir que la presión recaudatoria no sea la misma para quien no tiene nómina para tanto mes, y para quien disfruta de una boyante economía. Y se inventa bonificaciones y excepciones para proteger, en el pago de determinados servicios, a personas que viven situaciones realmente difíciles. Son significativas y siempre mejorables diferencias que identifican positivamente un gobierno municipal realmente preocupado por las personas.

También se tratan temas oscuros y complejos, en los que se alude a complejos informes técnicos que condicionan las decisiones y cuya comprensión no está al alcance de la mayoría de la inexperta ciudadanía. Habrá que confiar en esos técnicos y sus dictámenes aunque esperando que, a diferencia del anterior, este gobierno defina bien la línea entre la decisión técnica y la política, asumiéndolas con valentía.

Eran otros plenos. Sin lugar dudas lo más entretenido y comprensible del pleno llega al final, cuando se plantean las preguntas y respuestas entre gobierno y oposición, porque suelen tener el guión más abierto y referirse a cuestiones muy reales, aunque siempre es exigible responsabilidad en su planteamiento y en su réplica. Viene a ser la parte más improvisada donde se tratan con naturalidad y espontaneidad cuestiones cotidianas. Asignatura pendiente es conseguir que el turno reservado a las preguntas del público tenga la riqueza y utilidad que debiera, como expresión de la participación ciudadana que durante tanto tiempo se echó de menos. Si antaño asistir a los plenos era una experiencia sólo apta para personas con nervios de acero, hoy debería ser una opción recomendable en general, pero sobre todo para la juventud, como lección práctica, con sus luces y sombras, de la democracia en acción.

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