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Los vendedores del Mercat se suman a las críticas por la planificación de las obras

Reclaman el traslado de los puestos de la plaza a la Albereda mientras se prolongue la intervención

Los vendedores del Mercat se suman a las críticas por la planificación de las obras

Como los comerciantes tradicionales y los hosteleros, también se sienten agraviados por las obras y reclaman una solución temporal al consistorio de Xàtiva. Los vendedores del mercado ambulante asentados en la plaza del Mercat comparten estos días una demanda: quieren que los puestos por los que pagan se trasladen a la avenida Selgas, al menos mientras se prolongan los trabajos de peatonalización en el enclave.

Como ayer informó Levante-EMV, el ayuntamiento ha dejado en suspenso de manera temporal la intervención en el Mercat por la reprobación unánime que han despertado los alcorques instalados rodeando la plaza, levantados sobre el pavimento a modo de pirámide y rematados con adoquines. El ayuntamiento, consciente de la agresión estética, ha optado por eliminar los nueve montículos „que ayer eran objeto de todo tipo de comentarios entre los vecinos„ y ha abierto un periodo para repensar la obra. La idea es reemplazar los alcorques y los árboles previstos por bloques de mármol integrados con el entorno. La corporación ultima «una solución rápida y viable» ante la necesidad de no prolongar las molestias a los vecinos, aunque los cambios comportarán un retraso en la ejecución de las obras, de momento sin fecha de reinicio.

La paralización ha acrecentado la incertidumbre entre los comerciantes. «Aquí el sentir mayoritario es que nos tendrían que cambiar a la Albereda, al menos el tiempo que duren las obras», señala el dueño de una parada ambulante en el centro de la plaza. Basta con una rápida batida para comprobar que así es. Los afectados hacen hincapié en las dificultades de las personas mayores y de las furgonas de carga para acceder a una plaza rodeada de obstáculos. «No se han gestionado bien las obras, no ha habido planificación», comenta otro vendedor. El viernes pasado, el mercado se trasladó a la Avenida Selgas por el Oktoberfest. «Las ventas son similares, pero allí es más cómodo para todos. Estamos mejor», añade.

Algunos ambulantes se han visto desplazados a las calles de abajo por las obras y otros optaron por no montar ayer, aunque sí lo harán el martes y se avecina un posible conflicto por el espacio asignado. El proyecto de peatonalización del Mercat contempla la reordenación de los puestos del mercado, que deberán adaptarse al nuevo escenario, a expensas de conocerse la solución definitiva por la que se decanta el consistorio para liberar la plaza de coches.

La fórmula del cierre, a debate

Desde el equipo de gobierno aseguran que tanto los vendedores como los hosteleros „preocupados también por la reordenación de sus terrazas„ conservarán los mismos derechos y recalcan que la actuación será «beneficiosa y satisfactoria para todos» a la larga. De momento, los afectados echan en falta más información y cuestionan las formas del proceso.

El proyecto de peatonalización, que se inició hace dos semanas con un retraso de nueve meses, persigue transformar la plaza en un espacio peatonal y turístico, con un uso recreativo y cultural. El ejecutivo todavía debate la fórmula más viable para cerrar el enclave al tráfico. Junto a los bloques de mármol, se instalarán bolardos retráctiles que, en un principio, se bajarían por las mañanas de 8 a 11 „la franja está en estudio„ para que los camiones de pedidos puedan acceder. Para el resto del día se habilitarán dos puntos de carga y descarga en las calles adyacentes. Solo la Policía Local tendría potestad para accionar los pilones.

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