El globo se deshincha. No es la primera vez ni será la última. Si no cambian las cosas que más molestaron, la más que deficiente iluminación de la Murta. Es demencial como no se resuelve el tema de una vez por todas. El respetable, mayoría compuesta por mayores con deficiencias visuales, sigue acudiendo al campo porque vienen haciéndolo de toda la vida y la inercia y su gran afición al Olímpic casi así se lo exige. Los nuevos mandamases se están preocupando en el montaje de toda clase de equipos para recaudar y descuidando algo tan importante como la iluminación del campo.
Próxima la llegada del invierno, tendremos que llevar cada uno su lámpara si pretendemos enterarnos de lo que pasa en el terreno de juego. Se trata de inventar una norma recaudatoria más apta para tal fin , equipos de todas las categorías que así lo permitan. Menos mal que entre tantos representantes y directivos de los que cobran han conseguido componer un buen equipo que nos puede dar la gloria que se perdió el año pasado.
En cuanto al partido ante el Crevillent cabe confirmar lo que ya escribimos en otra columna anterior. Dureza por todas partes, buen hacer del Olímpic, aceptable respuesta del público y un Olímpic en plan gallito que pese a todo está dando una buena imagen, salvo la del miércoles que parece inicia un preocupante retroceso. Quizá en Paterna pueda recuperarse el equilibrio.
