¿Qué va a cambiar con su llegada en la Policía Local de Xàtiva?

Cualquier cambio se hará de forma progresiva y atendiendo a tres vertientes. Una gran área es la seguridad, pero hay otras dos: la social y los servicios, que consumen un 80% de los esfuerzos de la Policía Local. Se trata de cuestiones asistenciales interrelacionadas con todos los departamentos del ayuntamiento que tienen que ir enfocadas a conseguir la normal convivencia entre la ciudadanía y a mejorar la calidad de vida.

¿Cómo se plasma eso en su hoja de ruta?

El modelo policial que voy a intentar impulsar resalta por encima del resto las tareas preventivas y de asistencia a la ciudadanía. Por un lado, la Policía de Proximidad ha de incrementar al máximo la atención y el trato directo en función de la problemática y las reivindicaciones que plantee cada vecino. Por otro, la Policía Comunitaria da voz al conjunto de la ciudadanía. Es fundamental que se escuche al mundo del asociacionismo. El modelo caduco de una policía represiva está superado. Los policías no han de verse como un poder ante la ciudadanía, sino como el poder de la ciudadanía. Hemos de trabajar mucho las tareas preventivas para que las situaciones extremas de ilícitos penales no se produzcan. Esta es la labor más costosa y menos vistosa. El policía ha de ser un profesional uniformado capaz de conseguir una conciencia cívica en la ciudadanía.

Usted fue el único aspirante en un proceso de selección restringido cuya imparcialidad los sindicatos ponen en tela de juicio.

Tanto la legislación estatal como la autonómica establecen una serie de mecanismos para que aquellas administraciones que se encuentren en una situación de urgencia puedan cubrir determinadas plazas mediante una fórmula de provisión de puestos de trabajo cada vez más utilizada y reservada solo para aquellos que tienen la condición de funcionarios y determinados requisitos. Luego está la carrera profesional de cada uno. A mí nadie me ha regalado nada: soy funcionario de carrera e Intendente-Jefe en propiedad desde 1987. He dirigido a más de 200 policías: 21 años en Algemesí, dos en Mislata y seis en l'Alcúdia. En el conjunto de de las jefaturas de la Policía Local, poca gente tiene el currículum que tengo yo. El baremo de los méritos lo establece la ley.

También se le ha cuestionado por su cargo de responsabilidad en la Agencia autonómica de Seguridad, que controla el PSPV.

La Generalitat creó en los 90 un gabinete técnico de coordinación de las policías locales en el que estuve integrado desde el primer momento. Se incorporaron diez jefes de Policía nombrados por libre designación y, desde hace 26 años, he sido el único miembro de forma ininterrumpida, durante todos los gobiernos en el Consell. Este órgano coordina las actividades formativas para implantar un único modelo de política de seguridad en la C. Valenciana y que cada municipio no funcione a su libre albedrío. Además, también desarrolla un ordenamiento jurídico homogéneo. En 2015, tuve el honor de que la figura de coordinador del gabinete técnico recayera sobre mí y es una de las funciones que estoy ejerciendo. Además, soy profesor del Instituto Valenciano de Seguridad y he estado siempre formándome: soy licenciado en Criminología, graduado en Ciencias de la Seguridad, tengo cuatro másters y he estudiado una cátedra en Religiones.

Durante 16 años, la jefatura de la Policía de Xàtiva ha estado ocupada por un interino.

Me sorprende que se haya generado una polémica cuando el ayuntamiento ha intentando cumplir con la ley para regularizar esta situación anómala. Durante todo este tiempo se ha estado infringiendo la ley y ninguna organización planteó ni reivindicó nada. Lo que se está haciendo es lo que corresponde. Antes de cubrir la plaza en propiedad, existen fórmulas de provisión de puestos.

Tras la polémica, el consistorio anuncia una oposición para consolidar la plaza. ¿Se presentará?

El ayuntamiento tiene la obligación de convocar este proceso en un plazo de como máximo año y medio. Muy pocos mandos en la C. Valenciana están en condiciones de tener mayor puntuación que yo en un concurso-oposición. Aún así, tienes que prepararte concienzudamente y haré lo posible por consolidar mi plaza en Xàtiva. Si no la obtengo, son las reglas del juego y hay que aceptarlas.

¿Teme encontrarse con un ambiente enrarecido en la plantilla?

Seguro que no. Si algo me ha caracterizado en mis 29 años dirigiendo a policías es que, cuando me pongo a trabajar, todos trabajan. Nunca he tenido conflictos ni enfrentamientos con organizaciones sindicales y, cuando surgen discrepancias, es fundamental el diálogo y una tarea pedagógica para trasladar a los funcionarios cuál es su obligación. En casos aislados, para aquellos que no estén por estos derroteros, la ley prevé herramientas como la Junta de Mandos, un staff de responsables del cuerpo cuya función es asesorar al Intendente en conflictos como éste y que en Xàtiva nunca ha estado en funcionamiento. Una de mis primeras decisiones será ponerla en marcha, junto al Consejo de Policía, un órgano integrado por representantes de las organizaciones sindicales, el Jefe de Policía y el alcalde o concejal en quien éste delegue para abordar las problemáticas que puedan surgir.