Aceptable entrada y mucho público joven en la extraordinaria actuación del Ballet Nacional Ruso en el Gran Teatre de Xàtiva el pasado domingo. Pero la visita de tan selecta formación y unas entradas a unos más que asequibles 18 y 21 euros bien merecía el llenazo hasta los topes que finalmente no se dio, con un aforo cubierto de aproximadamente el 75%. Algo falla en Xàtiva, que sigue sin responder como debiera al reclamo de una programación de primer nivel.

En lo artístico, El lago de los cisnes no defraudó. La que pasa por ser una de las mejores compañías del mundo ofreció una versión de la famosa pieza de Tchaikovsky refinada y conmovedora; repleta de momentos de extraordinaria brillantez, con Natalia Ivanova e Ivan Zviagincev a la cabeza del elenco. El talento de la compañía que dirige el legendario Sergei Radchenko está fuera de toda duda, y parte del público se emocionó con los pasajes más intensos de este imperecedero espectáculo que lleva el ballet clásico ruso a las cotas más altas de las artes escénicas.

La de Xàtiva es la primera parada de una extenuante gira española de esta compañía por 47 ciudades del país más Lisboa, que les llevará a representar alternativamente El lago de los cisnes, La bella durmiente, El cascanueces y La Bayadera casi a diario hasta el día 30 de diciembre en Toledo.