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Xàtiva

La dueña del perro que se despeñó desde el Bellveret pide medidas de seguridad

La mascota de una vecina de Xàtiva cayó al vacío desde un mirador sin barreras en la Costa del Castell

La dueña del perro que se despeñó desde el Bellveret pide medidas de seguridad

Cuqui era un alegre yorkshire de corta edad que jugueteaba con su dueña por la Costa del Castell de Xàtiva el pasado 31 de agosto y apenas unos segundos después había muerto. El pequeño perro se despeñó desde un punto del Bellveret, en la zona cercana a la ermita de Sant Josep. El animal se precipitó al vacío „desde más de 50 metros de altura„ e impactó con el suelo del patio trasero de una de las casas de la calle San Joaquín. La dueña, descontenta con la actitud del Ayuntamiento de Xàtiva tras lo sucedido, reclama ahora públicamente más medidas de seguridad. «Fue mi perro, pero perfectamente puede ser un niño cualquier día de estos. Aquello es un precipicio peligrosísimo», subraya.

La propietaria acudió al ayuntamiento y se entrevistó con la edil Cristina Suñer para contarle lo sucedido. Le comentó, incluso, la posibilidad de tomar medidas legales contra el consistorio por responsabilidad patrimonial ya que entendía que ese espacio es un peligro para cualquiera. Pero la edil, según cuenta, le frenó. Es más, según la versión de la propietaria de la mascota „que enseguida compró otro perro de la misma raza para intentar paliar la depresión causada por la muerte de Cuqui„ Suñer le propuso censar gratuitamente al segundo perro, como un gesto municipal de apoyo afectivo por la muerte del animal y por no denunciar. Censarlo cuesta alrededor de 35 euros. También le aseguró que estudiaría el asunto del precipicio.

Sin embargo, cuando la dueña fue a censar a su segundo animal semanas más tarde le señalaron que era imposible hacerlo gratis y, además, la concejal «ni me llamó en todo ese tiempo, como me aseguró, ni nos quiso atender ese día». La dueña asegura que pese al trato recibido («no es por el dinero», dice) no va a presentar denuncia. Pero se muestra molesta con lo sucedido. Y, sobre todo, pide encarecidamente que se coloque algún tipo de barrera en la zona. «Aquello es un corte en seco peligrosísimo. Y la misma gente de las casas nos dice que les da pánico levantar la vista y ver que hay gente asomada continuamente».

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