Los presidentes de la Mancomunitat de la Vall d'Albaida y el Consorcio de Residuos V5 (COR), Vicent Gomar y Roger Cerdà, han estampado esta mañana su firma al convenio que sienta las bases de un nuevo marco de colaboración entre ambos organismos. El acuerdo nace con el reto de superar el conflicto por la gestión de la basura tras diez años de enfrentamientos y posturas enconadas. El presidente de la diputación, Jorge Rodríguez, y el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Àlvaro, han acompañado a los responsables de los entes supramunicipales en el acto para demostrar el espaldarazo de las administraciones provincial y autonómica a un documento que ha sido tildado de "histórico" por el presidente del COR, Roger Cerdà. También han estado presentes en la rúbrica más de una veintena alcaldes y concejales de la Vall d'Albaida.

El acuerdo comporta varios compromisos para las instituciones firmantes. Por un lado, el COR explorará las posibilidades jurídicas y técnicas para poner en marcha un nuevo plan de gestión compartida que dé encaje al Plan de Minimización comarcal de la Vall d'Albaida. El organismo encargado del tratamiento y la eliminación de la basura de cinco comarcas promete acelerar los trámites para que la planta de residuos propia que la Vall reivindica desde hace dos décadas sea por fin una realidad. De momento, la opción más factible para albergarla es Bufali, el único municipio que se ha postulado en el proceso participativo iniciado por el COR para buscar emplazamientos. El proceso se encuentra en la fase de estudios técnicos y económicos.

El convenio también conlleva la instauración de un nuevo modelo de relación entre las empresas concesionarias del Consorcio y la Mancomunitat, de modo que el ente comarcal pueda recueprar parte de la autonomía perdida en 2014 en materia de gestión de los residuos para resucitar el Plan de Minimización. Por último, el COR ha incluido una partida en el presupuesto de 2017 para compensar a la Mancomunitat por los sobrecostes en el transporte y transferencia de la basura, tal como demandaba el órgano comarcal.

Como contrapartida al acuerdo, la Mancomunitat se compromete a mediar con los municipios de la Vall d'Albaida que todavía no están consorciados -un total de 14, entre ellos Ontinyent- para que se integren en el COR con tal de poder tener "voz y voto" en las asambleas y decidir sobre aspectos sensibles como el recibo de la basura. La tasa del Consorcio de Residuos seguirá girándose a las poblaciones de la Vall, en cumplimiento de la legislación que regula la gestión de los residuos, que no se ha visto alterada. El recibo tampoco bajará a corto plazo. Pero los municipios podrán participar de la elaboración de las ordenanzas e implicarse más en el funcionamiento del COR.

Julià Àlvaro ha subrayado que el acuerdo de esta mañana "no es es la estación de llegada, sino un punto de inicio" en el camino para "desencallar" una situación "embarrada" desde hacía demasiados años de batalla judicial y denuncias entre COR y Mancomunitat. El secretario autonómico define como "ejemplar" el Plan de Minimización de la Vall d'Albaida y señala como principal objetivo la reducción de residuos en el área de gestión. También ha hecho un llamamiento para "buscar una solución dialogada y de consenso" antes de decidir sobre dónde se emplaza la planta de residuos de la comarca, que podría iniciarse antes de que acabe la actual legislatura. Ese es al menos el objetivo.

Jorge Rodríguez ha definido el convenio que pone fin a la guerra de las basuras en la comarca como "un sueño que parece hacerse realidad". El presidente de la diputación y alcalde de Ontinyent llama a "superar la imposición que nos negaba la capacidad de diálogo a los municipios de la Vall d'Albaida" y reivindica la preservación del Plan de Minimización. Rodríguez, sin embargo, advierte de que todas las administraciones han de trabajar unidas para que el acuerdo "no se quede en papel y sea una realidad".

Por su parte, Roger Cerdà señala como un objetivo prioritario la pacificación del conflicto en la Vall d'Albaida, una "situación anómala" que había que solucionar "cuanto antes". "Esperamos que juntos podamos trabajar por un objetivo compartido: la reducción residuos y la mejora de la gestión", ha manifestado el presidente del COR. El acuerdo llega después de un largo periodo de debate y reflexión por las discrepancias en las diferentes posturas.