Un cúmulo de casualidades con un desenlace fatal. El atestado instruido por la Policía Local de Xàtiva a raíz del atropello que el pasado lunes se cobró la vida de un peatón de 78 años en la Avenida Corts Valencianes exonera al conductor de la furgoneta de la responsabilidad de la muerte. Aunque los primeros indicios apuntaban a que el accidente podría haberse producido cuando la víctima atravesaba un paso de cebra, ningún testigo ha reforzado esta versión. La investigación se inclina por la hipótesis de que la víctima pudo haberse bajado de la acera en un momento determinado de su paseo y haber invadido la calzada „por razones que se desconocen„ antes de ser arrollado por el vehículo, en una zona de poca iluminación. Una serie de marcas en el bordillo parecen corroborar la tesis de que la colisión se registró a unos metros de distancia del paso de viandantes.

El fallecido solía repetir cada día el mismo recorrido y, en el momento de los hechos „pasadas las ocho de la tarde„ caminaba por una acera muy estrecha a la altura del Centre Cultural (CCX) en dirección a la casa de la calle Reina donde residía. Fuentes de la Policía Local destacan que el conductor, de 28 años, dio negativo en la prueba de alcoholemia, circulaba a una velocidad adecuada y no llevaba el móvil encima en el momento del accidente, por lo que se descarta una posible distracción. En el atestado, sin embargo, no ha podido recabarse el testimonio de ningún testigo directo del suceso.

«No lo he visto: se me ha echado encima», repetía una y otra vez tras el impacto el conductor, que se halla completamente abatido y ha precisado de tranquilizantes para calmar la ansiedad. «Le pesa en la conciencia. Su sensación es de haber matado a una persona», indican en su entorno.

«Es un tramo con poca luz»

El joven regresaba a casa del trabajo cuando «vio una sombra que se le echó encima del coche», según relata a este diario su pareja. Sandra asegura que otra conductora también vio cómo el hombre «se abalanzó» hacia el vehículo y pone el foco en la mala visibilidad del punto donde se produjo el accidente. «Es un tramo con muy poca iluminación. La gente ya había advertido de que ahí pasaría algo», lamenta. El fallecido era un hombre activo a sus 78 años: solía practicar gimnasia en el club de jubilados, caminaba a diario y no se le conocía ninguna dolencia. Aunque todo parece indicar que el peatón murió a consecuencia de un fuerte golpe en la cabeza tras ser arrollado „el SAMU no pudo hacer nada para reanimarlo„, la Policía todavía no dispone de los resultado de la autopsia, que permitirán arrojar luz sobre los hechos.