El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, ha reasignado las funciones de ocho administrativos de la plantilla del ayuntamiento, entre funcionarios, interinos y personal laboral, a través de un decreto que introduce cambios sustanciales en la organización de los servicios municipales. La resolución, a la que ha tenido acceso Levante-EMV, persigue el refuerzo de efectivos en aquellos «ámbitos funcionales» de la administración en los que se han detectado «necesidades y demandas» que conviene cubrir. La medida también busca mejorar la eficacia de la gestión.

La remodelación se extiende a cuatro grandes áreas „Régimen Interior, Cultural, Social y Fomento„, afecta a un total de 15 departamentos y mueve de sitio a empleados con una larga trayectoria en el consistorio. El documento profundiza en las modificaciones materializadas en el último año por el tripartito con la intención de ir dejando atrás la estructura organizativa heredada de la anterior etapa de Rus y el objetivo último de «alinear las políticas públicas de las formaciones que integran el gobierno con los recursos que tienen que hacerlas posible».

Una de las líneas estratégicas del ejecutivo en materia de personal fue la configuración de una oficina de atención integral ciudadana 24 horas (OXI24) que propiciara una administración lo más accesible y ágil posible. Sin embargo, pasados varios meses se constató que el funcionamiento de esta unidad gestora no era la adecuada. Además de reforzar y «oxigenar» este departamento con una serie de cambios de personal „a falta de nombrar a un responsable del área„ el decreto asigna un técnico en exclusiva a tareas de control y supervisión de los edificios públicos, encargado del mantenimiento, las reparaciones y las conservación. De igual manera, se adscribe un funcionario de peso como responsable del control y supervisión de la Ciutat de l'Esport. La resolución contempla la creación de una plaza de electricista „condicionada a las restricciones del Gobierno en materia de personal„ para atender incidencias y evitar la saturación de tareas del ingeniero municipal y de otro puesto de técnico superior „dotado en el presupuesto de 2017„ que asumirá la coordinación, control y supervisión de los contratos municipales.

El rediseño asigna al departamento de Secretaría General nuevas funciones en materia de responsabilidad patrimonial y reclamación de daños en bienes municipales y adscribe al área de Cultura a un administrativo de larguísima trayectoria en el consistorio para ejercer tareas en el Archivo. El documento refuerza las áreas de Conservatorio y Juventud y Sanidad con nuevo personal procedente de otros departamentos.

Fricciones con el decreto

La coincidencia temporal del decreto de reorganización de alcaldía con la dimisión del regidor de Personal, Joanjo Garcia „apenas con un día de diferencia„ha conducido al PP a señalar la decisión como uno de los detonantes que motivaron la salida del edil de Compromís. Según Mª José Pla, portavoz popular, la modificación ha sembrado el descontento entre el personal y varios trabajadores habrían pedido que no se les trasladara. Pla cree que se está castigando a empleados «a los que se les vincula con el grupo popular» y asegura que la resolución ha sido «unilateral» y sin diálogo.

Cerdà, en cambio, sostiene que el consistorio alcanzó acuerdos con la mayoría los trabajadores desplazados y señala la dificultad de contentar a todos en una administración que cuenta con casi 210 empleados, a tiempo que avanza más cambios en la plantilla para que nadie se acomode. Más de la mitad del personal no ha pasado ningún proceso selectivo.

Cerdà reitera el objetivo de «buscar el mejor perfil para cada departamento» y de solventar aquello que «no funciona correctamente». El munícipe asegura que los cambios estaban pactados con las diferentes concejalías y son «la plasmación del trabajo en común» de todas las fuerzas que integran el gobierno municipal», por lo que desvincula la inesperada dimisión de Joanjo García con un decreto cuya firma «es competenciad el alcalde», recuerda.