La diputación ha dado luz verde a medio centenar de municipios de menos de 5.000 habitantes inscritos en el ámbito de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida para ejecutar 91 obras con la inyección de 3,17 millones de euros procedente de la segunda fase del Plan de Inversiones Sostenibles. La corporación provincial ha hecho públicas las ayudas después de examinar las peticiones de los ayuntamientos, que tienen de plazo hasta otoño de 2017 para completar los trabajos. El programa va encaminado a estimular la economía de las poblaciones más pequeñas, con escasos recursos para modernizar sus servicios públicos y frenar la lacra de la despoblación.

Los consistorios destinan buena parte de este balón de oxígeno a mejorar las redes de abastecimiento de agua potable y a combatir la sequía, que está generando graves dificultades. En Bèlgida, el ayuntamiento va a dedicar 40.000 euros a renovar el equipamiento del pozo de la Nevera, dados los problemas existentes en la captación del agua necesaria para suministrar a la población y a la comunidad de regantes, dos usos que compagina la concesión. «La instalación saca muy poca agua: el año pasado se extraían 2.000 litros por minuto y este verano apenas 200 l/m», asegura el alcalde, Diego Ibáñez. Las perforaciones efectuadas para hacer el pozo más profundo han servido para constatar que su interior se halla muy deteriorado. Por eso, la obra contempla la sustitución del entubado, la bomba y la instalación eléctrica.

Otros municipios siguen la misma línea. La Font de la Figuera inyectará 15.000 euros a la mejora de la impulsión de la red de agua potable; Estubeny, reparará el depósito municipal de agua, la balsa de riego y la caseta de bombeo; Salem adecuará las instalaciones de captación de agua potable con 32.000 euros; El Palomar invertirá 7.000 euros en el suministro de tuberías; Montitxelvo, 25.000 euros en adecuar el pozo municipal y la red de distribución de agua potable y Benicolet, 33.000 euros en mejorar la eficiencia hidráulica de la red. Agullent contempla una obra de 60.000 euros para recuperar el entorno del cauce del barranco de la Canadella para garantizar el normal curso del agua y evitar problemas en caso de fuertes lluvias, a instancias de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

El asfaltado y acondicionamiento de viales públicos, la reparación y mejora de caminos rurales y la pavimentación de calles consume también gran cantidad de fondos. La Llosa de Ranes dedica toda su inversión „91.266 euros„ a la renovación y mejora viaria de las calles Camí Reial y Banys, mientras que Navarrés hace lo propio con la reurbanización y renovación de la red de agua potable de la calle Mayor. Aielo de Malferit destina 83.160 euros a reformar aceras; Anna, 58.408 euros a asfaltar tres calles y Chella, Vallada, Agullent y Alfarrasí, más de 230.000 euros a la reurbanización de viales. Bocairent, a su vez, creará una Ruta Saludable con ayuda de la diputación.

Conventos y colegios

En el llamado PIFS también hay espacios para la reforma de edificios. Vallada adecuará el antiguo molino como nuevo centro etnológico dedicado al mimbre, Montaverner seguirá con la rehabilitación del Convento de las Capuchinas, Bolbaite hará lo propio con su Casa de la Cultura y Llanera, Anna Quatretonda o Castelló de Rugat continuarán las obras iniciadas con otros programas para reformar instalaciones docentes antiguas o sin uso. Carrícola aprovechará la inversión para adecuar y mejorar diversos espacios turísticos de interés medioambiental y trasladar su planta de tratamiento de residuos orgánicos a una nueva ubicación.

Los trabajos de remodelación o ampliación de instalaciones deportivas y piscinas se incluyen entre los más demandados: se proyectan en Atzeneta, Torrella, Pinet, Pobla del Duc, la Granja, Fontanars, Cerdà, Bèlgida y Vallés. En la Font, el campo de fútbol de tierra „de los pocos de la provincia con esta superficie„ se transformará a césped artificial.