La nueva planta tiene como principal objetivo el tratamiento de basuras, pero también se ha concebido con un fin didáctico. La primera visita de la consellera dará a paso a otras muchas de colegios, asociaciones de todo tipo de la Ribera y la Valldigna y de otros consorcios para explicar a la gente el trabajo que se realiza y la importancia del reciclaje. Una pasarela que pretende simbolizar el río Xúquer conecta la zona de oficinas y recepción con la planta y da paso a un espacio acristalado y con gran luminosidad que permite contemplar la actividad que se realiza en estas instalaciones.
La consellera Elena Cebrián valoró como un acierto que la planta sea visitable y aprovechó la imagen diáfana que ofrece el acceso a los visitantes para señalar que era también un ejemplo de la transparencia que momentos antes había destacado Montañana como una de las claves del nuevo gobierno del consorcio que ha propiciado que en las dos últimas asambleas celebradas todos los acuerdos se adoptaran por unanimidad.
La próxima construcción de la nueva planta de compostaje adosada a la actual instalación -ya cuenta con la autorización ambiental y sólo le falta la licencia de obras municipal- permitirá dar continuidad a esta pasarela, que tendrá un recorrido circular para regresar al punto de partida.
El gobierno del consorcio pretende difundir el trabajo que se realiza en la selección de residuos a través de visitas a la planta para que la gente pueda comprobar que el dinero que paga por la tasa anual «está bien empleado» para el presente y el futuro de las nuevas generaciones, explicó el presidente.
Descontaminar la vieja planta
Por otra parte, el presidente del consorcio comentó que ha planteado a la diputación que, una vez cese la actividad en la planta vieja, construida hace casi treinta años y que se encuentra justo al lado de las nuevas instalaciones, ésta se desmantele, se realice un trabajo de descontaminación del suelo y se plante un bosque en esta misma parcela como una formar de cerrar el ciclo.
