Un hombre de 27 años y de nacionalidad húngara destrozó ayer a pedradas los cristales de dos céntricos establecimientos de Xàtiva: el salón de peluquería Albert & Frank y la óptica Carmen López, ahora de la cadena Opticalia, ambas en Baixada de l'Estació esquina con Vicente Boix, la primera, y con Gregorio Molina la segunda. La Policía Nacional procedió a su detención sin mayores complicaciones porque después de perpetrar los destrozos se quedó en el lugar de los hechos con toda tranquilidad y señaló a los agentes que lo había hecho para ver si ingresaba de una vez en la cárcel: en concreto, les dijo que «quería dormir calentito esta noche», según indicaron ayer fuentes policiales.

La actuación del agresor fue muy extraña, según testimonios a los que ha tenido acceso este diario, porque comenzó a golpear las cristaleras con cierta parsimonia; recogiendo de nuevo del suelo la piedra con la que inició los daños cuando ésta rebotaba y caía a unos metros. Siempre con toda tranquilidad. Dado el grosor de los cristales de ambos locales, no consiguió practicar en ninguno de ellos apertura pero sí que causó un daño muy severo en los dos, con cuatro o cinco puntos de quiebra y dejándolos absolutamente irrecuperables. La Policía Local avisó a los dueños de ambos negocios, que se personaron en sus locales en poco tiempo. No daban crédito a lo sucedido porque desde un primer momento y dada la forma de actuar, no había intención alguna de robar sino de dañar ambas tiendas, con decenas de testigos, y así alertar a la policía y esperar a ser reducido. Las mismas fuentes policiales detallaron que en su detención el autor no opuso ningún tipo de resistencia.

Según ha podido saber este diario, esta misma persona ya fue detenida en Canals y pasó la noche en el calabozo hace una semanas por causar varios destrozos.