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Investigan la proliferación de golondrinas muertas en Xàtiva

El biólogo Salvador Argente responsabiliza al clima atípico, aunque el consistorio no descarta un envenenamiento

Investigan la proliferación de golondrinas muertas en Xàtiva

La regidora de Medio Ambiente de Xàtiva, Pilar Gimeno, ha pedido a los servicios de limpieza viaria un seguimiento para averiguar las causas de la repentina proliferación de golondrinas muertas en las aceras del entorno de la Seu y la calle Sant Domènec. Según indican fuentes vecinales, durante el pasado fin de semana los residentes retiraron «muchos» de estos ejemplares que se habrían precipitado desde sus refugios en lo alto de algún edificio de la zona. Al continuar apareciendo pájaros sin vida, los vecinos trasladaron la problemática al consistorio, que el lunes a primera hora envió a los operarios de la contrata de la limpieza. Según Gimeno, se retiraron «dos o tres». Lo extraño, sin embargo, vino luego. Unas horas más tarde, la edil volvió a ordenar una inspección del mismo área y fueron detectados otras tres golondrinas «que estaban vivas y caminaban, pero no podían volar». El descubrimiento ha causado cierto desconcierto. «Estamos sorprendidos: al principio lo atribuimos al temporal, pero podría ser alguna epidemia». Gimeno no descarta que las aves afectadas estuvieran enfermas o que pudieran haber resultado envenenadas. Por eso, los operarios volverán hoy al lugar para comprobar si se repite el mismo episodio. En ese caso, el consistorio avisaría a Salud Pública para que elaborara un informe sobre las posibles causas del fenómeno, del que no se tiene constancia en otras zonas de Xàtiva.

Para el biólogo Salvador Argente, sin embargo, las inusualmente bajas temperaturas de los últimos días, junto a las fuertes lluvias y el viento, habrían precipitado el episodio. El experto, consultado por Levante-EMV, identifica a las aves como pertenecientes a la familia de los «roquerols», ejemplares que suelen vivir en el monte pero que por estas fechas se trasladan al núcleo antiguo, donde aprovechan la tipología de los tejados y los conductos de las fachadas para refugiarse. El experto se muestra seguro de que la muerte de estos pájaros está ligada al atípico tiempo del último año y a una serie de factores relacionados entre sí que habrían influido, como la falta de comida, la sequía de la primavera y el otoño o las dificultades para migrar a zonas más cálidas. En última instancia, el biólogo apunta a la acción del cambio climático.

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