El Ayuntamiento de Xàtiva va a ordenar a los propietarios de 40 edificios, casas y palacios del casco antiguo que ejecuten obras urgentes de rehabilitación centradas en fachadas y cubiertas que presentan un estado precario de conservación o que constituyen un riesgo para la seguridad de los peatones. La Comisión mixta de Patrimonio celebrada el miércoles con presencia de técnicos municipales y de la Generalitat, sirvió para desbloquear alrededor de 40 expedientes de actuación relativos a edificios protegidos del centro histórico de la ciudad que permanecían atascados en el laberinto burocrático de la administración. «La protección, el mantenimiento y la mejora de los valores fundamentales del paisaje urbano y de la imagen de Xàtiva conllevan actuaciones urgentes basadas en la legislación urbanística vigente», manifiesta el concejal de Patrimonio, Jordi Estellés. El edil subraya la necesidad de redoblar esfuerzos para que los propietarios de estos inmuebles „haciendo especial hincapié en las entidad bancarias„ cumplan con su obligación de conservar los elementos de la fachadas y cubiertas, al menos en lo que a ornamentación y seguridad para los viandantes se refiere.

Entre los inmuebles que son objeto del requerimiento municipal figuran casas palaciegas deshabitadas de las calles Montcada y Corretgeria como la de los Ferriol-Llaudes, datada del siglo XVII y propiedad de una inmobiliaria. El edificio, donde se alojó la reina Isabel II, presenta importantes desperfectos en la fachada. En 2013, un desprendimiento de cascotes obligó a los bomberos a intervenir.

Objetivo: acelerar los trámites

El encuentro de la Comisión de Patrimonio se prolongó durante horas. Hacía mucho tiempo que el órgano no se reunía, como consecuencia de los cambios de personal que se han producido en el departamento autonómico de Patrimonio, con una nueva inspectora asignada. Los concejales de Urbanismo y Patrimonio, Cristina Suñer y Jordi Estellés insistieron en la necesidad agilizar las actuaciones en el casco antiguo y plantearon fórmulas para acortar los plazos burocráticos. «Nos hemos ofrecido como intermediarios entre los promotores y Patrimonio de la Generalitat para gestionar más rápido las licencias y hemos solicitado que nos cedan las competencias de la comisión», explicó Suñer. La propuesta para reformar este órgano busca acelerar las resoluciones de permisos y licencias. Si es aceptada, las decisiones se tomarán desde la misma comisión en lugar de tener que consultar cualquier actuación con Patrimonio.

El nuevo formato integraría en la comisión a instituciones y colectivos sociales implicados en la conservación del patrimonio. La medida sería provisional hasta que termine de redactarse el Plan Especial del Casco Antiguo, que habilitará al ayuntamiento para decidir con mayor autonomía sobre su centro histórico.