La Conselleria d´Habitatge, Obres Públiques i Vertebració del Territori ha aprobado un proyecto de obras para mejorar el acceso a Bellús, que se encuentra después de una curva de radio reducido y escasa visibilidad. Se trata del acceso norte a esta localidad desde la carretera CV-620, transferida recientemente por el Ministerio de Fomento a la Generalitat Valenciana, por donde circulan una media de 2.200 vehículos diarios.

Con un presupuesto de 328.000 euros, la conselleria que dirige María José Salvador pretende dotar al municipio de un acceso más seguro, disminuyendo la peligrosidad que supone esta curva unos metros antes del acceso a la población.

También se pretende mejorar la visibilidad de la referida intersección desde el sur. Para ello, se ha previsto la ejecución de una intersección en forma de T canalizada que dé acceso al casco urbano a través de la calle Real. Se ejecutarán carriles centrales de espera y de aceleración, que faciliten los giros a izquierda, añadieron ayer.

El director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, ha explicado que las actuaciones de mejora de la seguridad vial son una de las principales líneas de trabajo en la gestión de las carreteras de la Generalitat, por entender que «los accesos a las poblaciones constituyen con frecuencia puntos potencialmente peligrosos debido a la confluencia de tráficos con velocidades muy distintas».

Por otra parte, el trazado de la CV-620 coincide con el de un barranco que discurre en sentido sur-norte, cuyo titular es la Confederación Hidrográfica del Júcar. Este cauce cruza dos veces la CV-620. La presente actuación aumentará la permeabilidad de la carretera con la ejecución de una obra longitudinal de drenaje complementaria a la existente, que conduzca el excedente de agua que no es capaz de absorber el sistema de drenaje actual. Adosado al colector se proyectará una franja ajardinada con árboles y un carril ciclopeatonal.