El secretario de Estado de Infraestructuras, Manuel Niño, sentó ayer en la misma mesa a los responsables de Carreteras y Adif para abordar una solución a los destrozos que ocasionan las obras de las vías del AVE y de la nueva autovía en los barrancos, caminos rurales y campos agrícolas de la Font de la Figuera. El alcalde de la Font, Vicent Muñoz, acudió a Madrid para exponer de primera mano al Ministerio los graves problemas que sufren las infraestructuras locales cada vez que un episodio de lluvias provoca escorrentías en los barrancos por la deficiente canalización de las aguas. El consistorio reclama al Gobierno una solución urgente que pasa por la reconducción de estos recursos pluviales hasta la rambla del Cànyoles para paliar los daños vinculados a las inundaciones.

A juicio de Muñoz, el encuentro de ayer supone un "primer paso" para "comenzar a trabajar" con el objetivo de poner fin a un problema que la localidad arrastra desde hace años, puesto que las obras acumulan un prolongado retraso. Ahora, los responsables de Carreteras y Adif deberán plantear una solución a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que es en última instancia la responsable del curso fluvial y el organismo que tendrá que autorizar cualquier actuación. Fomento ha diseñado un calendario de reuniones para establecer una hoja de ruta de actuación. El próximo encuentro está previsto en marzo.

Muñoz agradeció el interés y el compromiso mostrado por el secretario de Infraestructuras, pero insistió en la necesidad de una solución integral que no se demore excesivamente y que subsane las graves afecciones existentes. "Las voluntades están muy bien, pero lo que hace falta es que el presupuesto de 20176 incorpore las inversiones necesarias", expuso ayer a Levante-EMV el alcalde de la Font. El equipo de gobierno ha mantenido una intensa ronda de contactos a todos los niveles en los últimos meses para que sus reivindicaciones se escuchen en Madrid. Los últimos episodios de lluvias provocaron daños en la localidad valorados en 700.000 euros. Las inundaciones tienen especial repercusión en la cooperativa y en la desembocadura posterior al camino de la Veredeta.