Por su parte, Marcos Camacho se mostraba exultante por ganar «en un campo tan importante y ante un rival como el Ontinyent». Lo que en un principio podía considerarse como sorpresa no lo era tanto para el técnico mecánico. «A mi me gustaría jugar todas las semanas contra el Ontinyent, el Castellón o el Olímpic. Estos rivales se nos dan bien porque nosotros también tenemos gente capacitada para manejar el partido. Nuestro problema viene cuando toca jugar en casa, pues el campo nos permite pocas cosas».
El entrenador del Recambios Colón tiene atada la permanencia después de ganar en El Clariano, aunque prefiere no lanzar las campanas al vuelo. «El objetivo del club era no sufrir tanto como la temporada pasada y creo que lo podemos conseguir porque hemos cogido un buen colchón de puntos, pero todavía queda mucha liga y hay que seguir compitiendo. Ya tengo ganas de que llegue la próxima jornada contra el Castellón». Curiosamente, ahora Camacho puede convertirse en uno de los jueces de la promoción de ascenso, ya que tiene que medirse todavía a Castellón y Alzira.
Cabe recordar que al Ontinyent le ha birlado cinco puntos, igual que hizo la temporada anterior cuando dirigía al Rayo Ibense. Si Marcos era un hombre feliz el pasado sábado, mucho más su padre. El expresidente del Olímpic Antonio Camacho es el fan número uno de su hijo y no se pierde un partido del Recambios.
