La reversión del paisaje ocasionada por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria deja algunas estampas curiosas, como la amplia franja de terreno residencial de uno de los accesos a Xàtiva que hace unos años fue destinada por su propietario al cultivo de árboles frutales. Los árboles ya han crecido, y el que hubiera sido un paisaje de chalés adosados y edificios en altura junto a la ronda exterior de Xàtiva es una fértil franja de cultivo de paraguayos de varios miles de metros cuadrados, tal como se puede ver en esta imagen captada ayer. En el momento en que su dueño quisiera y presentara un proyecto, este paisaje agrícola al lado del casco sería pasto de las grúas y los edificios a medio edificar.